'Prim', otra ficción que salva el honor de TVE

En medio del constante descrédito y crisis de imagen que arrastra TVE en los últimos tiempos, la ficción se antoja no solo como el paraguas bajo el que guarecerse de las críticas, sino también como un bastón en el que asirse y caminar entre el temporal. Este lunes, a las 22:30 horas, La 1 estrena la tv-movie 'Prim, el asesinato de la calle del Turco', otra de esas ficciones que permiten a Televisión Española seguir defendiendo su condición de cadena pública; otra de esas ficciones que salvan su honor y la reconcilian con el espectador.

Creada por Nacho Faerna y Virginia Yagüe y dirigida por Miguel Bardem, 'Prim, el asesinato de la calle del Turco' es una coproducción, de más de un millón de euros de presupuesto, entre TVE, Televisión de Cataluña, Shine Iberia ('Masterchef') y Dream Team.

Lejos de ser un aburrido y manido biopic sobre esta destacada figura la historia de España, esta tv-movie condensa su fuerza narrativa convirtiendo en un thriller los últimos meses de vida del que fuera el primer presidente asesinado de nuestro país. Centrándose en las intrigas políticas, en las posibles conspiraciones y sin dar lugar a sensibleras escenas de amor ni quijotescas heroicidades. Si algo predomina en 'Prim' es la sobriedad y el ritmo.

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La propia historia del magnicidio pone en bandeja todos los ingredientes para que el espectador permanezca atento sin apartar la mirada. El guion de Faerna y Yagüe, lejos de estropear la realidad al ficcionarla (algo que ocurre con insólita frecuencia en este tipo de producciones), se valen de personajes, teorías y elementos narrativos para hacer del misterio, la traición y las pugnas ocultas sus principales aliados.

En esta película para televisión se opta con mucho acierto por repartir entre tres personajes el peso de la historia, no solo sobre Juan Prim. La decisión permite, tanto desde el guion como desde detrás de la cámara, ofrecer al espectador la posibilidad de jugar una partida en la que, si bien sabe qué cartas lleva (conoce el final de la película), ignora cómo se va a desarrollar el juego sobre la mesa.

No es que se vaya poniendo el foco en diferentes personajes a lo largo de la obra; sino que permaneciendo el general Juan Prim continuamente en el centro de la misma, se brindan otras miradas, otros enfoques, otras opciones que explicarían desde diferentes ángulos no solo cómo y quiénes podrían haber asesinado a Prim (lo que en la actualidad aún se desconoce), sino también las motivaciones y maneras de ser de los personajes principales.

Es brillante tomar la figura del periodista y escritor Benito Pérez Galdós para abrir el abanico de posibilidades. Cuenta Faerna que, preparando la documentación para escribir el guion, se encontraron con que la versión que Galdós dio del asesinato de Prim a ciertos allegados distaba bastante de la oficialista que escribió en sus 'Episodios Nacionales'.

Faerna hace de la incertidumbre e inexactitud que rodea al suceso real su mejor arma y pone en Galdós al perfecto narrador de las variopintas versiones (todas verosímiles) que podrían acercarse a la desconocida y verdadera sobre el asesinato.

Y si con Galdós la tv-movie presenta a su narrador del misterio, con el diputado José Paúl y Angulo (oponente ideológico de Prim) aparece la mano asesina o el chivo expiatorio que carga con el peso de un crimen que nunca cometió.

Un suceso, un sinfín de teorías, una lucha política en una convulsa España y nada probado. Con esas pelotas, pónganse a hacer malabares.

Si cabe aplaudir el decente guion de Faerna y la dirección de Miguel Bardem (cuyo trabajo en 'Prim' mejora notablemente al de 'El asesinato de Carrero Blanco', tv-movie de TVE tras la que también estuvieron ambos), es de justicia resaltar la labor actoral. Por lo general, el reparto de 'Prim, el asesinato de la calle del Turco' ofrece un trabajo notable, con sobresalientes actuaciones de sus tres protagonistas: Víctor Clavijo (Paúl y Angulo), Javier Godino (Galdós) y, especialmente, la sobria, templada y sólida interpretación que Francesc Orella hace del general Prim.

Los puntos más débiles de esta producción se hallan en sus efectos digitales (horribles), la dirección de fotografía (tan lúcida en unos momentos como desconcertante en otros) y, en general, en su ambientación y caracterización de personajes (no tanto en vestuario como sí en maquillaje y peluquería).

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Se echa de menos mayor número de figurantes en algunas escenas; en otras (como las rodadas en el Madrid de los Austrias) los personajes no dejan de parecer actores disfrazados en medio de escenarios reales actuales. Rodar en estancias de un palacio del siglo XIX no es suficiente para trasladar al espectador a la época.

No es 'Prim, el asesinato de la calle del Turco' la mejor obra de ficción televisiva española que se estrene en este 2014 que ya se despide. Ni tan siquiera la mejor ficción de La 1. Pero es, indudablemente, una obra de calidad que justifica el desembolso de dos cadenas públicas como son TVE y TV3. Es complicado, por no decir imposible, que este tipo de ficciones se vean en cadenas privadas: cuestan mucho dinero, muchos quebraderos de cabeza y tan solo rellenan el prime time de una noche sin ser sinónimo de éxito en audiencia.

Corresponde a TVE, en su papel como cadena pública, encargar, emitir y cuidar este tipo de ficciones. Con ellas, a la larga, se mejora el paladar del espectador medio, se contribuye a fortalecer la industria audiovisual española y TVE salva el honor que parece haber perdido en otros campos.