Rufus T. Firefly, nueve años de madurez excéntrica
‘Nueve’ es el tercer LP con el que los de Aranjuez han conseguido demostrar que la libertad de contar con su propio sello les ha dado alas para que sus canciones no dejen de sonar en la cabeza
Madrid
Hace nueve años desde que Víctor Cabezuelo, Sara Oliveira, Julia Hermida, Alberto Rey y Carlos Campos se unieron para hacer música sin complejos y es ahora cuando el grupo, Rufus T. Firefly , no para de recibir felicitaciones.
Con su tercer LP, ‘Nueve’, no sólo celebran un aniversario sino que además su suerte está cambiado y son muchas las voces que no paran de recomendar sus canciones. Bajo la atmósfera de su música hay sentimientos encontrados y la fluidez de sonidos extraños que son, simplemente, para dejarse llevar, para pensar en lo que justo, en ese preciso instante, no para de sonar en la cabeza de todos aquellos que con Rufus T. Firefly se han atrevido a darle al play.
La voz del grupo, Víctor Cabezuelo, tiene claro que aún les queda mucho recorrido pero asegura que el mejor premio ya lo han ganado. “De repente te das cuenta de que la canción que ha salido de una habitación consigue que un tío de México te escriba para darte las gracias y decirte que le has alegrado el día”, señala. “Siempre recordamos la suerte que tenemos al poder tocar”.
Los de Aranjuez también podrían identificarse bajo el nombre de ‘Lago Naranja Records’ , su propio sello, con el que han editado sus discos y bajo el que ya trabajan otros grupos como Pupila. Y es que la magia de Rufus T. Firefly se encuentra precisamente ahí, en que el grupo hace de su música lo que le ha apetecido en cada momento, sin reglas ni peros y, lo más importante, sin que tengan que situarse bajo una etiqueta para atraer al público. “Nos gusta hacer canciones, no estilos. La libertad es absoluta y todo depende del momento en el que estamos vitalmente”, sentencia Víctor.
Y es que Rufus T. Firefly quizás no tenga una definición de diccionario pero sí que puede incluirse en listas como la de ‘Las 20 mejores canciones nacionales de 2014’. El grupo ha dado en el clavo con ‘Pompeya’, grabada entre las paredes de un baño, como muestra de hasta dónde son capaces de llegar para evocar la erupción de una catástrofe. “Las grabaciones están llenas de sonidos extraños, Pompeya la grabamos en un baño porque las paredes retumbaban y daban un efecto especial, en otras aparecen sonidos de una bolsa de chapas golpeada contra la pared o de golpes en los radiadores”, explica.
Nueve temas para celebrar nueve años de energía y madurez, con un parón entre medias que les sirvió “para coger aire”. “Julia se fue a Grecia y decidimos que seguir sin ella no tenía sentido. Aprendimos por nuestra cuenta, tocando con otros grupos. Cuando regresó todos habíamos crecido y a partir de ahí todo ha ido para arriba”.
“Me niego a aceptar nuestra hora”, se escucha cantar a Víctor en ‘El problemático Winston Smith’. Y es que para Rufus T. Firefly la música es “la mejor herramienta para soltar lo que llevas dentro” y por eso ellos lo hacen sin miedo, con la única fijación de hacer vibrar al público. “Consideramos que estamos en la primera cuarta parte del camino, el objetivo es que este disco nos lleve a otro. Aún así ya es un triunfo es salir del estudio y decir ‘joder chicos, lo hemos hecho’”, destaca.
Para Víctor Cabezuelo “todas las canciones del disco tienen su momento”. Para esta entrevista escoge ‘Midori’, la de mañana toca elegirla a todo el que esté leyendo esto.