8 costumbres navideñas raras por el mundo
Cantar villancicos, poner el belén, abrir los regalos de Reyes, dejar comida a los renos de Papá Noel, descubrir la sorpresa del roscón, las uvas de fin de año, etcétera. La Navidad está plagada de tradiciones, supersticiones y rituales que año tras año se repiten en las cenas y reuniones familiares como parte indisoluble de estas fiestas. Fuera de nuestras fronteras, alguno de estos hábitos alcanzan tal nivel de extravagancia que merecen una mención especial. He aquí las ocho costumbres navideñas más raras del mundo:
A orillas del golfo de Botnia, a medio camino entre Uppsala y Sundsvall, se localiza la ciudad sueca de Gävle. En 1966 se instaló en la plaza principal (Slottstorget) una gran figura de una cabra hecha con paja: la Gävlebocken, una versión gigante de la cabra de Yule, símbolo de la tradición navideña escandinava. Desde entonces, la cabra es erigida cada Navidad el primer día de Adviento, siendo quemada en Nochebuena. No obstante, casi todos los años es objeto de actos vandálicos que intentan prenderle fuego antes de la fecha. En 2001, un turista americano acabó en prisión por “hacer la gracia”.
El origen de estas celebraciones se remonta a 1820. Ese año, un sacerdote llamado Francisco Vigil de Quiñonés “Francisquito” contrató a un grupo de jóvenes para montar escándalo en las noches del 16 y 24 de diciembre. Su propósito era el de despertar a los vecinos que preferían quedarse durmiendo antes que ir a las misas de Aguinaldo. A partir de 1871, la fiesta adquiere su formato actual en el cual los barrios de San Salvador y El Carmen, en la localidad cubana de San Juan de los Remedios, se enfrentan todas las Nochebuenas en un combate por demostrar una mayor habilidad creadora en la elaboración de su carroza. Una guerra de fuegos artificiales, morteros, bengalas y el sonido de la música tradicional son los ingredientes que componen la atmosfera que envuelve a la Fiesta Nacional más antigua de Cuba.
A pesar de que algunos que lo han probado le consideran el plato más asqueroso del mundo, el kiviak es para los inuit groenlandeses una de las comidas tradicionales navideñas. Este “manjar” se elabora introduciendo cientos de alcas, unos pájaros parecidos a los frailecillos, en el cuerpo de una foca que es sellado con grasa y cosido a conciencia. Las aves permanecen intactas en el interior del mamífero marino durante unos ochos meses, pico, patas y plumas incluidos. Esta especie de bolsa es tapada bajo una roca para favorecer su fermentación. Pasado ese tiempo se destapan y están listas para consumir una vez desplumadas. En Groenlandia, en las bodas y las cenas de Nochebuena es costumbre poner en la mesa este extraño manjar.
La figura más carismática y entrañable que todos los años aparece en el portal de Belén es la de un individuo vestido con ropa tradicional haciendo de vientre. Surgido en Catalunya entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, el Caganer no se hace popular hasta el siglo XIX, extendiéndose por el resto de la península Ibérica y Portugal. A pesar de que la popular figurilla lleva las nalgas al aire y se suele colocar en un lugar semiescondido del portal de Belén, la Iglesia lo tiene aceptado totalmente ya que se considera que humaniza la escena navideña acercando su mensaje trascendente y sobrenatural a la realidad cotidiana.
En Holanda, San Nicolás, el santo italiano cuya figura ha dado origen a que en todo el mundo se haya extendido el mito de Santa Claus, se hace acompañar por un mítico personaje de las navidades neerlandesas. Zwarte Piet, es el paje de cara negra que ayuda a San Nicolás a repartir los regalos entre los niños que se han portado bien. Su aspecto físico se describió por primera vez en 1950 y desde entonces es un habitual en las calles holandesas el día previo a la fiesta de San Nicolás (6 de diciembre).
Probablemente, una cadena de comida rápida sería el último sitio pensado para celebrar la cena de Nochebuena. Sin embargo, Japón, un país de nula tradición cristiana, estableció hace cuatro décadas la peculiar costumbre de compartir un cuenco de pollo frito las noches del 24 de diciembre. No obstante, no es válido cualquier pollo, el genuinamente navideño es el de Kentucky Fried Chicken, un hecho que provoca que en los días de Navidad en muchos establecimientos de la franquicia de Louisville se formen colas para hacerse con la cena. Y todo ello por una campaña publicitaria que lanzó la empresa en 1974 y que decía: Kurisumasu ni wa kentakkii! ("¡En Navidad, Kentucky!").
Noruega es un país cargado de mitos y leyendas en torno a la presencia de espíritus, fuerzas ocultas y personajes mágicos, de ahí su firme creencia en la existencia de trolls. Quizá por ello, a lo largo de los siglos se ha extendido el rumor de que la época pre-navideña atrae a brujas malévolas y diabólicos entes voladores; un hecho que obliga a las familias noruegas a poner a cubierto todas sus escobas antes de irse a dormir para evitar que una perversa bruja ponga sus manos sobre ellas. Por su parte, los hombres suelen salir a la calle y disparan al aire para ahuyentar a los malos espíritus.
Al contrario que Papá Noel, esta criatura de aspecto demoníaco con largos cuernos y de arraigada tradición en los países alpinos castiga a los niños que se han portado mal durante el año. Según dice la leyenda, el Krampus captura en su saco a los niños traviesos y se los lleva con él. La Krampusnacht se celebra con especial fuerza en Austria y el norte de Italia, en las vísperas de San Nicolás (la noche del 5 de diciembre). Ese día las calles de los pueblos y ciudades se pueblan de hombres disfrazados de Krampus en busca de inocentes presas.
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