Cine y TV
ESTRENO EN CUATRO A LAS 22:30H

¿Qué hay de real en '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'?

Cuatro estrena la cuarta edición de uno de los dating más exitosos. Desvelamos qué hay tras las cámaras de este programa

Candidatos y madres de la cuarta temporada de 'Quién quiere casarse con mi hijo' / MEDIASET

"Esto es un programa de humor y de amor. Si te sientas delante del televisor para entretenerte, te aseguro que te vas a reír. Al final, el amor es la excusa para hacer humor". Son palabras de María Recarte, directora de contenidos de Eyeworks España, la productora de programas como 'Adán y Eva' (Cuatro) o 'El jefe infiltrado' (laSexta). Pero en esta ocasión habla de una de las joyas de la casa: el dating show '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' que este miércoles estrena su cuarta edición (22:30 horas) en Cuatro.

Se trata uno de los programas que más riman con el público de la cadena, un target joven y mixto, que ama literalmente a este formato. Solo hay que ver las cifras de audiencia de las tres temporadas ya emitidas, varios puntos por encima de la media de la cadena, y su influencia en redes sociales donde cada emisión se convierte en una fiesta.

Originalidad, sorpresa, enfoque desenfadado, personajes irreverentes y extraños (aquí los protagonistas de esta edición), divertido y ágil montaje… suelen ser los ingredientes de un programa que solo permanecerá vivo mientras mantenga intactas sus capacidades de sorprender y enganchar. En la productora lo saben bien: "No es fácil en una cuarta temporada sorprender porque ya parece que todo lo hemos visto", dice María en esta entrevista donde explica qué hay detrás de lo que el público ve en televisión de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' y donde promete mucho humor. Y es que el objetivo de este programa es ese: puro divertimento.

¿Durante cuánto tiempo tienen que convivir los candidatos con sus pretendientas? ¿Cuánto se tarda en grabar '¿Quién quiere casarse con mi hijo'?

La temporada son 10 capítulos de 90 minutos aproximadamente cada uno y para eso hemos llegado a calcular unas 800 horas de grabación.

Lo que es la temporada se graba durante un mes entero. En ese mes el equipo está trabajando como 12 horas diarias, full time. Para lograr la naturalidad que queremos, hay que dejarles cómodos para que se olviden de la presencia de las cámaras.

En la rueda de prensa comentaste que el casting de los, sobre todo, 5 chicos que van a buscar pareja, es vital. ¿Cómo hacéis el casting? ¿Qué tipo de profesionales intervienen en la selección? ¿Hay psicólogos?

En otro tipo de programas te diré que hemos llegado a tener psicólogos. En este no los tenemos, pero te diré que vamos con un plus de psicología. La manera en la que hacemos los castings es la siguiente: cada programa tiene un director, y en la pre-producción hay un coordinador de casting con 4-6 redactores de búsqueda.

Esos redactores, con los que llevamos muchos años trabajando, lo que hacen es buscar a personajes en función de los perfiles que nos gustarían. Ellos los buscan a través de sus diversos métodos. Por suerte, en el camino nos encontramos con unos perfiles mucho mejores de lo que nosotros habíamos pensado. La realidad siempre supera la ficción.

Entre los muchos posibles, los redactores les hacen unos cuestionarios bastantes largos para conocerlos profundamente a nivel personal. Si nos gustan, los traemos aquí a la oficina para hacerles un casting presencial de unas dos horas donde les preguntamos absolutamente de todo. Después de ese casting ya decidimos cuáles son las 5 parejas de madres e hijos finalistas.

En el caso de las pretendientes (que son 40 chicas y 10 chicos), no todos los vemos presencialmente, a algunas les pedimos que nos envíen un vídeo.

¿Cómo establecéis los perfiles que queréis para cada temporada?

Cada año nos proponemos explorar nuevos universos. Por ejemplo, vamos a adentrarnos este año en el universo del tarot: pues se pide al redactor que busque una madre que esté metida en el mundo del tarot… y así conseguimos a María Rosa.

O queríamos adentrarnos en el universo rico marbellí, y encontramos a Rafa y su madre. A través de ellos exploramos ese universo y así a través del programa encontramos formas de vida diferentes.

Aunque sea un dating, un programa de amor, vas viendo esos pequeños universos con pinceladas.

Dices que la realidad supera la ficción, pero ¿cuánta ficción hay en los perfiles de los protagonistas de '¿QQCCMH?'?¿Viven realmente la vida que dicen vivir? Porque este año hay alguno que tiene Ferraris, avioneta privada…

Para nada. Ni hay guion. Nosotros les ponemos el espacio (las actividades) y el tiempo y son ellos los que generan el contenido real. Estos personajes son generosos por abrirnos su mundo.

A nosotros no nos interesa sacar algo si no es verdad. El caso de Rafa, por ejemplo, es espectacular. El mismo se presentaba diciendo "tengo una colección de 30 Rolex, el que llevo ahora solo lo tenemos Mourinho y yo…", se pago un avión privado para venir al casting…

O sea, que por muy extravagante que sea lo que veamos en el programa, la gente tiene que saber que es verdad…

Mira nos pasó con Rafa que había sitios que cerraba el equipo de producción para grabar con Rafa y él decía: "ese sitio no me gusta, que es muy cutre. Ya pago yo uno mejor".

Ellos son así y, afortunadamente, nos dejan enseñarlo. Ellos generan todo el contenido.

¿Y sus casas son las reales o buscáis viviendas de alquiler y localizaciones para grabar?

Sus casas son reales.

MEDIASET

Si alguno tiene pareja antes de entrar en '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', ¿puede concursar? ¿Sería un impedimento?

¡Por supuesto que lo sería! La primera pregunta es: "¿vienes aquí a enamorarte?". Si tiene novia, evidentemente, no nos lo van a contar porque en el momento en el que nos enteramos de que alguien tiene pareja, automáticamente está desechado. La primera premisa para entrar en el programa es estar soltero y buscar el amor.

Buscamos personajes frescos, extraordinarios, fuera de lo común; a veces te cuesta pensar que exista gente así, pero no por ello que sean menos naturales y auténticos. Ese es el poder del programa. La artificialidad la ponemos nosotros con los ruiditos, blanqueando situaciones, enseñando los off the records…

Nosotros hacemos cómplices al espectador de cómo estamos grabando, pero ellos no lo son en ningún momento.

¿Qué es más difícil: encontrar los personajes perfectos para el dating o ese montaje tan identificativo que después gusta tanto al espectador? Casting y edición son los pilares de este programa…

Efectivamente. En Eyeworks tenemos dos grandes bazas: casting y edición. Internamente siempre decimos que sin casting no hay reality, esto es así: si no tenemos buenos personajes, por mucho que te empeñes no puedes hacer nada.

Pero si tienes buenos personajes y la producción no es buena, te quedas a medio camino. Así que los dos aspectos por igual.

Este año -está mal hacer estas afirmaciones-, te diré que es uno de los años más brillantes en postproducción. La edición de este año es muy brillante. Y se tarda mucho: cuidan cada canción, cada efecto…

Muchos de los participantes de estas cuatro ediciones de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' pertenecen a familias acomodadas y no tienen problemas de dinero; al igual que muchos entrarán porque realmente busquen el amor… Pero, ¿por estar ahí les pagáis, no? ¿Cobran por el mes de grabaciones?

Los que son ricos no se van a hacer más rico con lo que nosotros les pagamos. Se les da una compensación económica por el mes que están a piñón. Date cuenta que tiene que dejar un mes su trabajo para estar con nosotros grabando todo el tiempo.

Es una compensación que no es ni poco ni mucho, para que puedan dejar su trabajo y tengan disposición total. Durante un mes nos adentramos en su vida.

¿Habéis constado que en este formato hijos que busquen pareja es mejor que si lo hacen hijas o que si lo hacen las madres? ('Un príncipe para…' solo funcionó bien la primera edición y '¿Quién quiere casarse con mi madre?' no terminó de romper)

Yo creo que sí. Hijas las hemos probado con 'Un príncipe para Corinna' fue un éxito brutal… Lo que sí sabemos es que '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' es un éxito seguro y funciona muy bien. Quizá porque la relación madre-hijo es una relación muy especial, siempre se dice que las madres tienden a proteger más a un hijo que a una hija -como los padres con las niñas-.

Luego también las chicas, que son las que tienen que pelear por el candidato, son muy competitivas entre ellas. Eso da el resultado que da.

 
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