España, en deflación

Madrid

El índice de precios de consumo, IPC, bajó el 1 por ciento en 2014, según el Instituto Nacional de Estadística. Es la primera vez que los precios bajan en un año natural completo desde que el INE registra esta estadística, el año 1961. La bajada de los carburantes y combustibles ha acelerado el proceso de deflación en España.

Esa bajada del Índice de Precios de Consumo del 1 por ciento en diciembre, y por tanto en el conjunto de 2014, se explica en primer lugar por el abaratamiento de los carburantes y combustibles. Sólo en diciembre respecto al mes anterior bajaron el 7 por ciento y en el conjunto de 2014 se abarataron casi el 12 por ciento. Pero más en detalle, la gasolina, el gasóleo y el fuel para las calefaciones bajaron más de 8 por ciento en diciembre y casi el 14 por ciento en todo el año. Son bajadas debido al abaratamiento del petróleo, sin embargo, el crudo bajó mucho más: el 41 por ciento en 2014. Eso significa que las petroleras no han repercutido a los consumidores toda la bajada de petróleo. Capítulo aparte merece el gas natural, que mantuvo su precio, pese a la tandencia a la baja del resto de los productos.

Este comportamiento de los precios lleva a España a la deflación. Sin embargo, las autoridades y algunos economistas prefieren llamar a esta bajada de precios inflación negativa, pese a la incongruencia semántica que esto supone. Ello se explica por el temor que despierta la deflación. La caída de precios dificulta la reducción de la deuda pública y privada, y puede desincentivar la compra de bienes duraderos, por la espectativa de que en el futuro sean más baratos. Al mismo tiempo tiende a reducir los ingresos de las empresas y los salarios de los trabajadores.

Lo que baja

No sólo los productos derivados del petróleo contribuyen a la deflación. La comida bajó de precio, especialmente los alimentos no elaborados, que bajaron el 0,4 por ciento. En diciembre, el alimento que más se abarató fueron las frutas, el 4 por ciento en un mes. Y en todo 2014 bajaron el azúcar, el 17 por ciento; las patatas, el 13; el aceite, el 4,4; la carne de cerdo, el 2,7; o los huevos, el 3 por ciento. Bajan también los bienes para el hogar, en este caso debido al escaso consumo, que tira para abajo los precios, especialmente los electrodomésticos, que descienden entre el 5 y el 4 por ciento.

Lo que sube

Continua encareciéndose la educación. Sube entre el 1,7 por ciento, la infantil, y el 1,4 el resto. Especialmente significativa es la educación superior, que desde 2011, es decir durante todo el gobierno del PP, ha subido un 35 por ciento.

También se encarecen algo los automóviles, algo más del 2 por ciento.