La edad mínima de consentimiento sexual se eleva de 13 a 16 años
El portavoz del PP en la Justicia, José Miguel Castillo, advierte: “Este debate todavía no ha terminado”
Madrid
La edad mínima de consentimiento sexual pasará de los 13 años en los que está fijada actualmente en el Código Penal a los 16. Esto quiere decir que si un adulto tiene relaciones sexuales con un chico o una chica que no haya cumplido esa edad, los 16, y aún en el caso de que esas relaciones sean consentidas, el adulto podrá ser condenado por abusos a una pena entre dos y seis años de cárcel.
Así lo va a aprobar la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados que debate la reforma del Código Penal. Con esta modificación no se considerará delito las relaciones sexuales consentidas entre menores con edad similar o grado de madurez similar.
Finalmente el Ejecutivo ha decidido no retocar el proyecto de ley aprobado en Consejo de Ministros, después de un intenso y profundo debate entre los dos ministerios implicados, Justicia y Sanidad. El grupo popular llegó incluso a tener redactada ayer una enmienda transaccional, con UPyD y el PNV, para que la edad mínima quedara fijada en los 15 años. Parece que en la decisión final ha pesado más la tesis del Ministerio de Sanidad.
Preguntado por la cuestión, el portavoz del PP en Justicia, José Miguel Castillo, ha señalado que “el debate sobre este delicado asunto todavía no ha terminado”, indicando que hay posibilidades de que sufra modificaciones en el Senado.
La decisión ha provocado ya las primeras críticas de la oposición en el seno de la Comisión de Justicia. Rosa Díez, de UPyD, se ha preguntado qué sentido tiene que se establezca la edad mínima en 16 años cuando el Código Civil permite el matrimonio a los 14 años: “¿ De los 14 a los 16 que hacen, ser amiguitos?”, decía irónicamente la portavoz de la formación magenta.
Habrá que esperar al debate en el Senado para conocer cómo queda finalmente este asunto. Sólo en el caso de que la reforma sufra modificaciones en la Cámara Alta el texto tendría que volver al Congreso para ser finalmente aprobado.