Cine y TV
ENTREVISTA

Concha Cuetos: “No hay que conformarse solo con el derecho al voto”

Entrevista a la actriz Concha Cuetos, ahora en la serie 'Rabia', que habla de la profesión y de la actualidad

Concha Cuetos posa en los decorados de la serie 'Rabia' / MEDIASET

Concha Cuetos (71 años) no está muerta. Tampoco de parranda. Alejada de la televisión en los últimos años, sí, pero Concha ha seguido trabajando. Ha seguido siendo actriz, como desde hace más de cinco décadas. En los últimos tiempos, el teatro ha supuesto su refugio profesional después de pasar por algunas series como 'Divinos' (2006) o 'Cazadores de hombres' (2008) a las que la audiencia les dio la espalda y las sepultó en el olvido.

MEDIASET

Se niega a que se clasifique a los actores por géneros. Ella ha pisado escenarios y ha transitado por las dos pantallas, la grande y la pequeña. Cine y tele. Hoy, la calidad de los productos y la cantidad de espectadores invitan a pensar que la pequeña es ahora la gran pantalla. Por eso se ríe Concha de ese mundo del cine que miraba (y todavía alguno mira) por encima del hombro a los profesionales de televisión.

El nombre y el rostro de Concha Cuetos se hicieron eternos gracias a Antonio Mercero y a la mítica serie de Antena 3 'Farmacia de Guardia' (1991-1995), todo un fenómeno televisivo inolvidable para millones de españoles.

Después de tantos años en proyectos de TVE y Antena 3, es ahora Mediaset la que abre sus puertas de par en par a esta mujer de trato cercano y espíritu joven. Forma parte del reparto de 'Rabia', serie que rueda en estos momentos su primera temporada y que, previsiblemente, podría ver la luz en septiembre [más info de la serie]. Le agrada su personaje, Pilar, y le agrada continuar entre cámaras, decorados, platós, guiones… Concha Cuetos sigue joven y lista para la "acción".

¿Te ha sorprendido la temática de esta serie o que en España ya se empiecen a hacer series de este tipo para prime time?

En España somos capaces de hacer cualquier cosa. Además, cuando nos lo proponemos (con un buen guion, un buen reparto y una buena dirección),no tenemos que envidiar nada a nadie. En esto soy muy chovinista.

Tu personaje es una de las contagiadas que han huido y que además es madre de otro de los huidos contagiados… Un poco sobreprotectora, ¿no?

Es una madre en su más amplio sentido. Es una madre, madre (bueno, luego hay de todo… claro). Para mí, el concepto de madre es ser protectora, cariñosa, pesada (un poco). Los hijos siempre nos consideran más pesadas de lo que somos en realidad [risas]

¿Cuánto hacía que no trabajabas en televisión?

Pues… [piensa] hacía ya un tiempo. Ya ni lo recuerdo. Últimamente estaba más volcada en el teatro porque me interesaban más los personajes que me ofrecían, con buenos textos… Para subirse a un escenario hay que tener una preparación muy sólida.

En tele tampoco llovían las ofertas -ahora parece que eso está cambiando un poco-; digamos que no hay personajes a partir de una edad, entonces, para hacer el idiota prefiero quedarme en mi casa que es lo que he estado haciendo en los dos últimos años.

¿Y de repente te llaman y te ofrecen esto?

¡Claro! He tenido la suerte también de encontrar a la persona que llevaba buscando desde hace mucho tiempo para que me representara, este año va a ser clave para mí. Esa persona es una persona en la que confío ciegamente, y es ella la que me habla de 'Rabia'.

Me entrevisto con los responsables de la serie, ellos pasan la propuesta a Telecinco y, ante mi sorpresa -porque nunca trabajé para Telecinco-, me reciben con los brazos abiertos.

Yo nunca he sido una actriz ambiciosa en el sentido de hacer los mejores papeles ni nada… Lo único que pido es que me quieran y que me mimen porque ya tienes una edad en la que los retos ya te los has planteado (hayan salido bien o mal) y ahora quieres que te traten bien. Pienso que cuando llegas a esta edad eso te lo has ganado, como en cualquier otro trabajo.

Dices que la productora y cadena te miman… ¿Y tu personaje? ¿Te mima, te ilusiona?

A mí sí, muchísimo. Si no, no lo haría. Yo nunca he hecho ni una serie ni una película de acción. Eso ya te pone las pilas. También el reparto me parece un gran acierto, algunos actores y actrices de otra generación más joven, pero muy preparada. Eso te da vidilla porque sabes que tienes gente con la que vas a poder trabajar muy bien.

Luego, el estar rodeada de gente joven es maravilloso [sonríe]. Hay actores y personas que, a partir de cierta edad se sienten mayores. Yo nunca me he sentido vieja por dentro. Tengo mis problemas, lógicamente [ríe], pero mi mentalidad está muy cercana a la de la gente joven. Eso me da una alegría inmensa.

Hablas del mundo de los representantes, de los manager… Es complicado esto de confiarle tu carrera a alguien, ¿no?

La figura del representante para mí ha sido la de un señor que se llevaba un porcentaje de tu trabajo. Yo solo había tenido un representante digno de llamarse así y era una amiga mía (Elian), fallecida hace un año -de cuya muerte aún no me he repuesto-. Yo he trabajado en Colombia, Perú, Ecuador… gracias a ella.

Elian era el ser al que yo ni preguntaba cuánto iba a cobrar ni cuáles serían las condiciones porque yo sabía que ella estaba ahí. Eso me pasa ahora con Elvira Sánchez Gallo. He redescubierto ese mundo a través de ella y estoy muy feliz. Por eso te digo que este es un año importante.

Concha, es imposible ponerte delante un micrófono y no preguntarte por 'Farmacia de guardia'…

[Me interrumpe] ¡Hombre, lógico! [sonríe]

¿Qué aprendiste, como actriz y como persona, en aquel proyecto? Tuvo que dejar un poso en ti…

Mucho, mucho. Sobre todo la presencia de Antonio [Mercero]. Para mí, es un ser muy querido. Yo no puedo trabajar con alguien a quien no quiera. No lo concibo porque con el cariño viene el respeto, la colaboración, la amistad…

Para mí, 'Farmacia de guardia' fue muy importante porque llegó en el momento justo. Como 'Rabia', que ha llegado en el momento justo. Yo creo que las cosas pasan cuando tienen que pasar. No creo en la casualidad, sino en la causalidad: determinadas cosas te llevan a otras.

'Farmacia de Guardia' llegó en un momento en el que yo tenía pensado dedicarme al doblaje porque tenía que sacar adelante a mis hijos y el doblaje me ofrecía algo más seguro (hacerme fija en un estudio, empezar a dirigir doblaje…). Profesionalmente, no era lo ideal, pero económicamente sí.

En estas circunstancias surgió lo de 'Farmacia de guardia' y ahí cambiaron mucho las cosas: ahí yo hacía un trabajo que me apasionaba rodeada de gente que me apasionaba. Gente de la que he aprendido mucho, con la que compartí muchísimas cosas (buenas y malas) durante cinco años y el personaje me dio mucho. Igual que creo que yo le di mucho. Lourdes Cano y Concha Cuetos se retroalimentaron.

Audiencias bárbaras…

Aquello fue un monstruo… ¡Y era la primera comedia de situación que se hacía, con risas incorporadas y todas esas cosas!

Es muy importante encontrarte con las cosas que tienes que hacer en el momento que tienes que hacerlo. Pienso que 'Farmacia de guardia', además tuvo el acierto del reparto.

¿Se encumbra lo suficiente a Mercero como hombre brillantísimo de televisión?

Mercero es un hombre de televisión brillantísimo, creo que en eso no hay ninguna duda. Ha sido un hombre que… [se queda sin palabras] Solo hay que ver lo que ha hecho. Toda su trayectoria en televisión…

Creo que Antonio tenía la espinita clavada de que no se le diese el mismo valor en cine que en televisión. A él le encantaba el cine. En televisión ocupa un puesto entre los grandes de la tele en lengua española, no solo de España.

Qué error tan grande es pensar que la tele es el hermano pequeño del cine, ¿no?

Mira, ahí están los americanos que nos van marcando el camino. Te puede gustar el cine americano o no -que yo siempre he pensado que es EL CINE- y te puede gustar o no la televisión americana -que yo pienso que es LA TELEVISIÓN junto con la inglesa-. Y hoy en día, grandes actores americanos, cuando quieren hacer algo de calidad, hacen televisión. Eso ya está pasando aquí.

A mí siempre me ha molestado eso de "actor de cine", "actor de televisión", "de teatro"… Un actor tiene que ser actor y adaptarse al medio. En mi época, cuando empecé en televisión, desde la gente del cine se nos miraba un poco por encima del hombro.

Parte del reparto de la serie 'Rabia' / MEDIASET

Ahora la televisión está salvando el negocio del cine y del teatro…

¡Por supuesto! Y fíjate: a mí, cuando me proponían para alguna película decían "esta es de la tele, está quemada". Recuerdo aquella palabra. Ahora sin embargo, veo que las grandes estrellas del cine son gente de televisión y que si no tienes un éxito en televisión, no eres nadie. ¡Cómo ha cambiado la historia!

La palabra "quemada" dices que recuerdas… ¿qué te ha quemado a ti de la profesión?

Quemarme, quemarme… fuerte, nada. Si no, no seguiría en ello. Pero bueno, en todas partes cuecen habas. Esto no es un mundo idílico. Tampoco somos los malos, como ha querido hacernos ver este gobierno que nos ha castigado de una manera inclemente.

¿Crees que se penaliza a la cultura porque una persona más cultivada es una persona a la que cuesta más engañar con argumentos demagógicos?

¡Hombre claro! Cuanto más cultivado esté un pueblo, menos trolas le vas a contar porque por lo menos se va a molestar en si lo que le cuentas es mentira o verdad. Y más hoy en día. Estoy fascinada con el fenómeno internet.

Siempre he sido muy enciclopedia, en mi casa tenía enciclopedias por doquier. Me pasaba horas mirándolas. Y ahora es tan fácil: aprietas un botoncito y lo tienes todo. Tienen que tener en cuenta que el mundo ha cambiado y que ya no nos dejamos engañar.

Con ese 21% de IVA se está provocando una crisis terrible, sobre todo en el teatro. El teatro debe ser algo que el gobierno debe cuidar. Los países inteligentes cuidan el teatro. La cultura es el futuro. La economía tiene ratos buenos, malos… Pero la cultura nunca puede estar gravada porque la cultura tarda muchísimos años en recuperarse.

Pero si algo nos ha enseñado la historia -y películas como 'El viaje a ninguna parte'- es que el mundo del teatro, de la interpretación ha sabido aguantar inclemencias, malas épocas… pero siempre se ha repuesto…

Siempre, siempre… porque en esta profesión la crisis existe siempre. Pero una cosa es que los estamentos no te ayuden, y otra que te pisen. Eso no se puede aguantar, hay que luchar contra ello.

Dices que te sientes joven. ¿Cuál es tu mirada del mundo?

Me ilusiona el hecho de vivir. Tuve la suerte de tener una entrañable amistad con Vicente Ferrer. Cuando yo le decía que todo estaba mal, él me respondía "no olvides una cosa, el siglo XX pasará a la Historia de la Humanidad como el siglo de la solidaridad, de la creación de las ONGs, de la gente que da todo por nada". Eso lo tengo yo en la cabeza.

Es verdad que hay gente para todo, pero yo sigo teniendo fe en la humanidad, a pesar de todo lo que nos han machacado. Ningún político es eterno.

Es un tiempo en el que tenemos más posibilidades de protestar, en el que podemos luchar para que no salgan impunes. El ciudadano de a pie tiene medios ya para luchar contra la impunidad. No hay que conformarse solo con el derecho al voto. El inconformismo es muy bueno y hay que luchar por él. En eso me noto que soy joven, porque yo no me conformo con lo que me venden.

Para terminar, te voy a hacer una pregunta que hago bastante cuando entrevisto a actores jóvenes que están empezando. Tú que ya eres una veterana, pero de mente joven… ¿Qué esperas de tu carrera, a medio plazo?

Seguir trabajando. En esta profesión, vivir de la profesión -como llevo viviendo 50 años-, me parece que es un logro maravilloso. Y pretendo seguir viviendo de esta profesión. Quiero seguir haciendo lo que me gusta, rodeada de gente que me gusta y poder elegir.

Y seguir conservando las neuronas suficientes para poder desarrollar un personaje. He hecho la prueba de estar tiempo sin trabajar… y me va fatal: me pongo mala, me duele todo… Es muy importante tener salud para seguir trabajando.

 
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