Internacional

Los populares ponen nota al discurso de Rajoy

Las loas en público contrastan con las críticas internas. El presidente del Gobierno enganchó a los suyos con su ataque a Podemos pero su discurso contra la corrupción les pareció insuficiente

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, junto al resto de participantes, al finalizar el acto de clausura de la convención nacional del PP / Angel Díaz EFE

Madrid

Llegó el gran día, el de la clausura de la Convención Nacional. Muchos dirigentes del PP esperaban la intervención de su presidente con expectación. Y aunque fueron varios los cargos que elogiaron su discurso, otros salieron de esta cita completamente decepcionados.

Los populares pusieron nota a su jefe de filas. Para empezar les pareció que su mensaje sobre Cataluña estaba a la altura. “Un sobresaliente”, comentaban por los pasillos del Palacio de Congresos. Rajoy se refirió a la decisión de Artur Mas de convocar elecciones para septiembre: “Quien piense que con un subterfugio tan burdo puede tomar decisiones que la leyes no autorizan no tiene los pies en el suelo”.

También les gustó y mucho la parte económica. Como para un notable porque tampoco llegó a decir nada nuevo ni hizo ningún anuncio. Aunque en su partido creen que es necesario que reivindique su gestión y más tras afrontar una legislatura tan difícil. Rajoy dijo que en este tiempo se ha producido “un cambio de la noche al día” gracias a sus reformas y que España está “renaciendo”. ”Si no hubiéramos evitado el rescate hubiéramos tenido que hacer recortes de verdad”, señaló.

En este bloque lanzó una pregunta que todo el mundo entendió que iba dirigida a José María Aznar.“¿Hay alguien capaz de decir que esto no es un cambio notable?”, dijo. Era la forma de contestar a las dos cuestiones que el viernes planteó el expresidente del Gobierno para dejarle en evidencia, la de “dónde está el PP” y la de si “realmente quiere ganar”. Para los populares la respuesta de Rajoy al presidente de honor del PP fue medida. Por eso solo le daban un aprobado. Consideran que pasó de puntillas por este tema, como si no quisiera molestar.

Les habría gustado que hubiese sido más duro. Pero al jefe del Ejecutivo le gustan poco los líos y evita alimentarlos. Así que Rajoy se limitó a hacer un guiño a las víctimas y a mencionar expresamente al presidente fundador del PP, Manuel Fraga, que siempre le pidió que preservara la unidad del partido y de España. “Os conozco (…) Yo estoy orgulloso de pertenecer a esta gran fuerza política”, proclamó ganándose a su público.

Pero cuando se lo metió en el bolsillo fue al llegar a sus ataques a la oposición. Cargó contra el PSOE por haber dejado al país en quiebra. Pero todos los populares se fueron del cónclave con otra idea, identificando perfectamente a su nuevo adversario: Podemos. Y más con el transfondo de las elecciones en Grecia y la posibilidad de una victoria de Syriza.

“No es lo mismo dar doctrina en un programa de televisión que defender los intereses de España en el Consejo Europeo”, comentó. Al cargar contra la formación de Pablo Iglesias fue donde Rajoy se ganó, según los suyos, la matrícula porque logró que sus filas se agitaran y movilizaran de cara a las próximas elecciones en la que se venderá “estabilidad” frente al caos. “España no está para retrocesos en el tiempo ni saltos al vacío. No podemos tirar por la borda el sacrificio de tantos españoles, no podemos jugarnos el futuro de nuestros hijos a la ruleta rusa de la frivolidad, la incompetencia y el populismo. No podemos", exclamó el jefe del Ejecutivo antes sus militantes.

Y el suspenso le llegó con el tema de la corrupción. A la mayoría de los conservadores les pareció que su mensaje fue insuficiente. No salieron muy satisfechos. Aunque algunos apuntaban que no se podía "inmolar” pero aguardaban más. Para los que esperaban que saliera a defenderse de las acusaciones de Luis Bárcenas, los que rodean a Rajoy comentan que todo estaba “muy calculado” porque su intención no es entrar “al juego de un delincuente” y consideran que lo mejor es aquello de que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Así que el nombre del extesorero, ni citarlo.

El presidente de Gobierno aseguró que cada vez que se ha producido una conducta punible, el Partido Popular ha intervenido “sin dudarlo” y lo ha hecho “con un nivel de exigencia que demanda la democracia y que esperan los españoles”.

A la salida, en público, los barones y cargos de la dirección nacional se encargaron de sumar loas. Mientras algunos dirigentes comentaban, ya sin cámaras ni micrófonos delante, que la intervención les había parecido un tanto larga, bastante plana y deslavazada.

 
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