Neil Patrick Harris, sonrisa y mucho talento para que los Oscar no aburran
El actor y showman asume uno de los retos más importantes de su brillante carrera
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El siempre sonriente Neil Patrick Harris se encuentra a horas de afrontar el que será uno de los retos más importantes de su carrera profesional, de aquellos complejos retos en los que hay mucho que perder y no tanto que ganar: conducirá la ceremonia de entrega de la 87 edición de los Premios Oscar.
Ser maestro de ceremonias de una entrega de premios no es algo nuevo para él, como no debería serlo para el público que Harris ponga en pie al teatro y asombre con sus números sobre el escenario. Es talento en estado puro.
Buena muestra de ello son las cuatro galas de los Premios Tony (los Oscar del teatro) que ha presentado y las dos de los Emmy. Sus humor, su ritmo para conducir la ceremonia y sus números musicales han sido aplaudidos por la crítica con fervor.
Neil Patrick Harris es de esas estrellas cuyo brillo deslumbra independientemente del nivel de fama ahora tiene y que otrora le faltó. Es talento pulido con la mejor de las herramientas: el duro trabajo para avanzar poco a poco en una brillante y variada carrera profesional de la que puede presumir a sus 41 años.
La televisión siempre a su lado
La televisión fue la que dio a un joven muchacho de Albuquerque sus primeras alegrías, aunque un poco antes tuviera su primer contacto con el cine con tan solo 15 años. Con 16 protagonizó la serie 'Doogie Howser, MD' en la que daba vida a Doogie, un adolescente que hacía las veces de médico, pero que tenía que enfrentarse a las dudas y cambios propios de esa etapa de su vida. Este trabajo le valió la nominación como mejor actor de Comedia en los Globos de Oro, tenía tan solo 19 años.
Al igual que Neil empezaba a tocar las puertas del éxito con las yemas de sus dedos, también sobrevolaba la sombra del niño prodigio perdido y olvidado.
La década de los noventa no fue sencilla. No le faltó el trabajo, pero no llegaron grandes proyectos y su carrera pareció estancarse en lo cualitativo. Su trabajo se reducía en la mayoría de los casos a papeles muy secundarios en películas o apariciones capitulares en televisión. Fue entonces cuando Neil dio el paso y abrazó Broadway, lo que sin duda le dotó del gran empaque artístico que ahora posee. Neil Patrick Harris es uno de los intérpretes más completos y polivalentes del actual panorama televisivo estadounidense.
En 1997 debutó sobre las tablas con 'Rent' y al año siguiente ya protagonizaba un 'Romeo y Julieta'. Desde entonces, el teatro musical, el cabaret y el show más total han formado parte tanto de su identidad como persona y artista.
En 1999 encontró, de nuevo, en la televisión la puerta abierta. Protagonizó durante una temporada la comedia de NBC 'Stark Raving Mad', que no terminó de convencer ni a la audiencia ni a la cadena.
Neil siguió creyendo en sí mismo, trabajando y recibiendo en el teatro el calor del público que se le negaba en tele y cine. Hasta su año mágico: 2005. En este año se estrena la exitosa sitcom 'Cómo conocí a vuestra madre' ('How I Met Your Mother', CBS) que permaneció en emisión durante 9 temporadas y más de 200 episodios hasta marzo de 2014 convirtiéndose en una ficción de dimensión planetaria.
En ella, Neil se metió en la piel del personaje con el que más notoriedad ha cosechado y que, probablemente, más se aleje de cómo es el real Neil Patrick Harris: Barney Stinson. Este macho alfa de (más o menos) éxito profesional y entre mujeres y con una peculiar manera de ver la vida (teorías incluidas) se metió en el bolsillo a todos los seguidores de la serie. No era, como tal, el protagonista de la serie, pero se convirtió en el más destacado y memorable personaje.
Por este trabajo le han llovido los premios y las nominaciones, aunque ganase el Emmy por su participación en la serie 'Glee' en la que apareció como estrella invitada en un episodio ('Dream on') en el que dio buena muestra de su portento vocal.
Y es que, desde ese 2005 en el que arrancase 'Cómo conocí a vuestra madre', Neil no ha parado de trabajar en televisión a modo de apariciones estelares o capitulares (la última en 'American Horror Stroy', 3 episodios). Además, en este tiempo ha participado de, al menos, un montaje teatral cada año y ha formado parte del elenco de casi la mitad de las películas de su trayectoria como actor.
En 2006 hizo pública su homosexualidad y, actualmente, forma una feliz familia (como muestra continuamente en redes sociales) junto a su marido David Burka y sus dos hijos.
Desde 2005 el nombre de Neil Patrick Harris suena y resuena en Hollywood. Su talento es incuestionable y sus dotes sobre un escenario, ya sea como protagonista de una obra (también ha ganado un Tony) o para conducir una gala, son dignas de los más grandes.
Se cuenta que no fue la primera opción de los productores de la gala de los Oscar para conducir la ceremonia. No es algo que vaya a incomodar a Neil que, tal y como ha comentado en diferentes entrevistas, pretende que la gala sea del gusto de todos los millones de personas que la estarán presenciando. Habrá humor, sarcasmo y puyitas -dentro de un límite- para evitar que este tipo de ceremonia resulte demasiado larga y tediosa. ¿Lo conseguirá? Seguro que Neil Patrick Harris no decepciona.