IU aprueba participar en “todos” los procesos de confluencia electoral si lo aprueba la militancia

Madrid

Por 106 votos a favor, 38 en contra y 1 abstención, (un 73% de los votos emitidos) y después de más de cinco horas de debate, el Consejo Político Federal de Izquierda Unida ha aprobado una resolución en la que asegura que “ha llegado la hora de dar un paso al frente y asumir que los espacios de confluencia son la referencia electoral de IU para las próximas elecciones”. En ese sentido, y aún considerando que la coalición electoral es el marco que mejor permite esa convergencia, el texto señala, en alusión a realidades diferentes como las planteadas en Madrid capital, Pontevedra, Orense o Santiago, “que participará en todos aquellos procesos de confluencia electoral para las próximas elecciones que supongan una alternativa real al bipartidismo y la emancipación real de la ciudadanía, y que sean aceptados por la militancia mediante referéndum en los espacios implicados”.

En ese sentido “mandata a sus organizaciones y militantes a implicarse en la construcción y desarrollo de esos espacios de transformación” basándose en varios principios: que cuenten con un código ético, que sean de base municipalista, que den prioridad a medidas en favor de la mayoría social trabajadora, que garanticen su continuidad en el tiempo y que respeten “la autonomía de las respectivas fuerza políticas y sociales que lo componen reconociéndolos como sujetos con todas sus competencias, actividad, y propuesta fuera de esos espacios de confluencia”.

La resolución ha sido aprobada por un porcentaje de respaldos muy similar al que ha logrado el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón, que ha sido ratificado por el 75% de los 170 votos emitidos, y que hoy ha reiterado su voluntad de convergencia electoral con otras fuerzas de izquierda, aún por encima de las siglas. “El debate de las siglas, debe matizarse con cuidado, es decir, participar en una candidatura de unidad popular no significa perder autonomía o perder independencia”, ha señalado. “IU va a seguir siendo independiente y autónoma incluso en aquellos lugares donde la papeleta electoral no lleve el logo de IU. Nuestro propósito es transformar la vida de la gente a mejor y parar el ataque neoliberal que están haciendo el PP y el PSOE. Y para ese propósito si en algunos territorios se considera por parte de la militancia que la mejor opción para evitar que la derecha sea gobernando sea una candidatura de unidad popular donde no aparece el logo, para nosotros no es en ninguno de los casos un problema porque se garantizará en todo caso la autonomía e independencia de Izquierda Unida”.

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Durante la presentación de su informe político, el coordinador federal, Cayo Lara, que también ha votado la resolución de convergencia, dejó claro que esta política de confluencia electoral no supone “ni disolución, ni dilución, ni absorción, ni nada parecido. IU es un movimiento político y social autónomo que tiene su espacio, su programa, sus militantes, cuadros, asambleas y votantes. Nadie puede dudar de lo que es, de dónde está, de lo que apoya y como lo apoya”. “La convergencia –ha remarcado Lara- no nos va a diluir. Vamos a ella con compromiso y responsabilidad, vamos a defender un programa común de izquierdas, vamos a construir la alternativa de la mayoría social junto a, no disueltos en los demás. No es un problema de siglas, es un problema de respeto democrático y de garantizar la máxima eficacia en cualquier coalición”.

Lo acordado hoy por el Consejo Político Federal no zanja en cualquier caso el conflicto abierto en Madrid ya que ahora hay que esperar a la reacción de la dirección regional, cuyos representantes han votado en contra de la citada resolución al mantenerse inflexible en su idea de concurrir a las elecciones en coaliciones electorales clásicas con el mantenimiento de las siglas. La próxima semana será decisiva, ya que la propia dirección de Madrid está enfrentada a su candidato a la alcaldía, Mauricio Valiente, partidario de integrarse en el partido instrumental acordado por Ganemos y Podemos para optar a la alcaldía. El riesgo de escisión, o de dos listas de una IU fracturada en Madrid, sigue amenazando a la coalición.