El agente 007 rueda en Roma
Los socavones y los 'sampietrini' romanos detienen el Aston Martin y el Jaguar de James Bond
Roma
El rodaje de Espectro, la 24 película de la saga Bond –James Bond dice llamarse-, se ha iniciado este fin de semana en Roma con el británico Daniel Craig, el sexto 007 de las versiones cinematográficas que ha inspirado el novelista inglés Ian Fleming. El viernes, con traje negro, rodó un funeral en medio de niebla artificial blanquecina entre las columnas de piedra travertina del Museo de la Civilización Romana, convertido en cementerio. Para la ocasión, una Monica Bellucci, de riguroso luto, solo dejó entrever su rostro bajo mantilla.
El set se trasladó el sábado al centro histórico de la capital italiana, entre el Arco de Constantino y el Coliseo, con más de 40 vehículos en acción. Sin embargo, los socavones y los sampietrini, los adoquines, detuvieron el Aston Martin y el Jaguar de 007. Según los técnicos, el problema no radicaba en la baja altura de la carrocería de los dos autos de lujo sino en los movimientos bruscos en la cámara y el ruido en el audio que generaba del pavimento irregular. Al final se impuso la solución romana, las carreras a baja velocidad como las que están obligados los conductores de la capital italiana por los baches. James Bond, que está acostumbrado al fino asfalto, tuvo que repetir la escena quince veces.
El domingo hubo persecuciones alocadas y cambios de inversión vertiginosos en los márgenes del Tíber, rodados desde el río con cámaras instaladas en lanchas rápidas. El despliegue de medios técnicos de la cinematografía italiana fue espectacular y no defraudó a miles de curiosos agolpados en los puentes. Pero Daniel Craig prefirió la comodidad del hotel y su lugar lo ocupó el especialista de turno en acrobacias especiales. Mónica Bellucci, que no tiene stuntman posible, no ha reaparecido para decepción de sus fans.
El rodaje seguirá en los próximos días. Para el segundo fin de semana de marzo se ha anunciado la prohibición de aparcar y el cierre al tráfico, desde las nueve de la noche al alba, de 19 travesías a lo largo de Vía Nomentana, una de las arterías de la ciudad. La mayoría de sus vecinos maldice que James Bond les quite el estacionamiento, ya de por sí difícil en la zona. Pero una minoría se frota las manos porque alquila balcones y terrazas para ver a 007 en acción al precio de hasta mil euros. Eso es calderilla, en cualquier caso, porque el Ayuntamiento de Roma cobra por los paseos y por la nueva aventura de James Bond nada menos 600.000 euros en concepto de ocupación de suelo público, policía municipal incluida al servicio del agente de su graciosa majestad.