La dimisión de Quique es un incendio más en el Getafe de Ángel Torres

Getafe

Si en el Getafe se habían propuesto que se hablara de ellos esta temporada lo están consiguiendo. Pero al contrario de lo que hubieran pretendido. Más que un nuevo entrenador, Ángel Torres va a necesitar un bombero para poder extinguir todos los fuegos que se han prendido en lo que llevamos de temporada.

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Todo lo que está ocurriendo esta temporada en el Getafe ha dejado incluso en anécdota el engaño de la venta del club a un grupo árabe de hace unos años. Desde que Ángel Torres está al mando, el Getafe ha sido siempre un club "presidencialista", en el que los fichajes y la última palabra la ha tenido siempre él. Deportivamente ha ido salvando una situación tras otra para conseguir mantener al equipo, con mucho merito, toda una década en Primera.

Lo que ha ocurrido hoy es un capítulo más de una temporada plagada de líos. No había empezado la temporada y Ángel Torres decidió no inscribir a Pedro León (el jugador con la ficha más alta) para no superar el tope salarial impuesto por la Liga. La lucha del murciano hasta que ha conseguido jugar ha ocupado la actualidad del Getafe hasta el mes de diciembre. Una vez solucionado y a la espera de la calma tras la tempestad, llegó el segundo incendio. Empezaba la Navidad y Ángel Torres convenció a Cosmin Contra para que se fuera a China. Empujó al entrenador rumano a irse, con la promesa de que volvería, a cambio de 4 millones de euros, en una operación que incluía a Michel Herrero y que al Presidente le permitía pagar casi la mitad de la deuda contraída con sus jugadores (cifrada en algo más de 7 millones de euros). Torres pensó que con ese dinero conseguiría que varios de sus jugadores retirarían sus denuncias en la AFE y podría fichar en el mercado de invierno.

Con esa promesa volvió Quique Sánchez Flores, primer entrenador en Primera y uno de los amigos del Presidente que llegaba para hacerle un favor. Pero la promesa no se ha cumplido. La plantilla era corta desde agosto y hacían falta un organizador tras la marcha de Michel y un delantero tras la lesión de Lafita. Juan Cala y el venezolano Aristeguieta entrenaron con el Getafe a la espera de que se desbloqueara la situación económica, pero no se consiguió. Al contrario, no solo no han llegado refuerzos, sino que para solventar la crisis económica del equipo Ángel Torres ha tenido que convencer a Quique de que la venta de Sammir era necesaria si se quiere fichar este verano. La marcha del internacional croata a China ha sido el detonante de la decisión final de Quique. El entrenador le dijo al Presidente tras el entrenamiento del pasado lunes que sin Sammir no tenia jugadores en esa posición, era insustituible, y que encima tendría también la ausencia de Lacen en Málaga por sanción. El dinero de China ha sido una solución magnífica para la economía del Getafe, pero a la vez está siendo la perdición en el plano deportivo.

Los jugadores del Getafe pierden por segunda vez esta temporada a su líder. Un entrenador del que todos hablaban maravillas porque les ha devuelto la posesión del balón y la alegría de su juego. Pero ahora Quique se ha bajado del barco antes de que fuera ingobernable a la deriva. De ellos depende ahora la salvación de un equipo que a pesar de todo lo ocurrido en lo que llevamos de temporada han conseguido mantenerse fuera de los puestos de descenso. Y seguramente será otro amigo del Presidente, Bernd Schuster, o Alberto Toril, los que vengan a gobernar los restos de un nuevo naufragio.