Muere Leonard Nimoy, el primer Spock
A los 83 años de edad, una enfermedad pulmonar se lleva al actor venerado como el comandante Vulcano
Madrid
Leonard Nimoy, recordado e idolatrado como Sr. Spock, primer oficial medio-vulcano de la nave Enterprise, ha fallecido este viernes a la edad de 83 años según ha confirmado su mujer, Susan Bay Nimoy. Esta semana había sido hospitalizado en el UCLA Medical Center de Los Ángeles por dolores relacionados con su enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Su última publicación en Twitter ha terminado siendo terriblemente poética (publicada cuando estaba hospitalizado): "La vida es como un jardín, los momentos perfectos se pueden tener pero no conservar, excepto en la memoria".
Según confirman ha fallecido en su casa en Bel Air, Los Ángeles. El año pasado el actor hizo pública su enfermedad, atribuyéndola a sus años como fumador, hábito que había dejado hace tres décadas. Además de actor, sus actividades fueron más allá de la Federación Unida de Planetas, dedico su vida también a la poesía, la fotografía y la música. Pero fue su papel como Sr. Spock en la serie 'Star Trek' lo que lo convirtió en un héroe popular.
Venerado en la cultura pop en general y encumbrado aún más tras las referencias e incluso apariciones del propio Nimoy en la serie 'The Big Bang Theory'. Cualquiera que oiga nombrar al Sr. Spock no puede evitar recordar a aquel medio-vulcano, de orejas puntiagudas y peinado peculiar, cuyo saludo vulcano ha marcado un hito entre los trekkies y aficionados a la ciencia ficción. Junto a su bendición: "Larga vida y prosperidad" -Tor Dif smusma je- en vulcano-, se ha convertido e uno de los gestos más repetidos de la cultura popular.
La serie 'Star Trek' que comenzó a mediados de la década de los 60, acogió con gusto la llegada de Nimoy como el Sr.Spock, a veces irritantemente poco humano pero sin duda eternamente entrañable, algo así como Sheldon Cooper de 'The Big Bang Theory' o C-3PO, el irritante androide dorado, eterno acompañante de R2-D2. El propio Nimoy llegó a afirmar que se había encariñado de tal manera de su personaje que sentía una conexión mística con él. Un ambivalencia reconocida que expresó de forma clara en sus dos autobiografías 'Yo no soy Spock' -1977- y 'Yo soy Spock' -1995-; en palabras propias de Nimoy: "En Spock, finalmente encontré lo mejor de ambos mundos, ser totalmente aceptado por el público y sin embargo ser capaz de seguir desempeñando el papel de un extranjero aislado a través del personaje Vulcan".