Griñán señala que hubo fraude en los ERE pero no un plan para delinquir

Madrid

José Antonio Griñán ha podido, por fin, responder a un interrogatorio que llevaba tres años deseando. Un interrogatorio largo, profuso en los datos y sobretodo muy técnico. El expresidente andaluz ha tirado de toda su larga trayectoria en la administración pública para decirle al juez cuál era su responsabilidad al frente de la Consejería de Economía del Ejecutivo andaluz.

Y sobre esa responsabilidad política y de gestión ha discurrido el interrogatorio. Una sesión que han tenido varias claves. De entrada, su departamento fijaba las partidas presupuestarias y las concedía. El resto de consejerías efectuaban los gastos de acuerdo a esas partidas de dinero público.

Después el principal argumento para su defensa: una cosa es solicitar dinero para un proyecto determinado- competencia de su consejería- y otra muy distinta, el gasto que efectúa la consejería correspondiente sobre esa partida. Por eso ha defendido el plan de medidas sociolaborales diseñado por la Junta de Andalucía y también las denominadas “transferencias de financiación” como herramienta para ejecutar ese plan.

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A su salida ha reconocido con vehemencia que “ha existido un fraude, pero nunca un plan para delinquir”, una referencia clara a la investigación de la jueza Mercedes Alaya que señala que si se creó una trama.

El expresidente de la Junta de Andalucía y exconsejero de Economía y Hacienda ha negado haber conocido informes de la Intervención de la Junta alertando de irregularidades en relación con estas ayudas públicas. Acerca de los informes en los que la Intervención General de la Junta advertía sobre irregularidades en la gestión de subvenciones, Griñán ha negado haberlos conocido porque, ha dicho, no contenían ninguna propuesta de actuación directa para su consejería.

Segundo acto de juicio por los ERE

Este jueves tenía lugar el segundo acto en la madrileña Plaza de la Villa de París, sede del Tribunal Supremo por este caso. A las diez de la mañana, José Antonio Griñán prestaba declaración ante el magistrado instructor de esta causa en el Alto Tribunal, el juez Alberto Jorge Barreiro.

La investigación se centra ahora en aclarar si el actual senador socialista tenía conocimiento de los informes negativos que le enviaron técnicos de la Junta, algo que el propio Griñán ha negado en el interrogatorio y que contrasta con la versión de la jueza Alaya, que en la exposición razonada remitida al Supremo, señalaba que el expresidente andaluz debía conocer la existencia de irregularidades. Incluso sugiere que las habría ocultado.

Como en el resto de los cinco aforados que han sido encausados, el Tribunal Supremo, decidirá en función del interrogatorio y de otros indicios si solicita el suplicatorio al Parlamento para actuar contra él.