El Sevilla aprieta la Liga
El Barça, que avasalló al Sevilla en la primera media hora y que tuvo una renta de dos goles, sólo consiguió un punto en el Pizjuán y ahora ve reducida su ventaja sobre el Madrid a dos puntos

Xavi, Luis Suárez y Messi, antes de sacar del centro del campo tras recibir el segundo gol del Sevilla / Marcelo del Pozo (Reuters)

Sábado 11 de abril. Sánchez Pizjuán. Era ésta una cita marcada en rojo en la agenda del Barça, pero también en la del Madrid, que en esa pugna que tiene con los azulgranas por el cetro de la Liga veía al Sevilla como un socio. Y gran favor le hizo con este empate que reduce la ventaja azulgrana en la tabla a dos puntos.
- FICHA TÉCNICA:
Sabedor de la importancia de la cita y la rocosidad del rival Luis Enrique se dejó esta tarde de rotaciones -Neymar volvió al once- y colocó a su equipo de gala -ya con Iniesta y Rakitic junto a Busquets en el centro del campo-. Sólo sorprendió que saliese de inicio Mathieu, improvisado goleador de las últimas citas, en lugar de Mascherano, hasta ahora fijo en las grandes citas.
También los jugadores azulgranas, que llevan contando con los dedos las citas que restan desde el Clásico en el Camp Nou, sabían de la dureza de esta batalla y saltaron a la cancha sevillista con las ganas de un novato.
Se vio en la primera media hora de partido el Barça avasallador, corajudo y brillante de otros tiempos, ese que atosiga en la salida del balón, ese que se atrinchera en el campo del equipo rival y que deja al otro equipo sin otro cometido que aguantar el chaparrón y esperar a ver si escampa. Y con Messi en la cancha eso de esperar no es muy efectivo.
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Gol de Messi (Sevilla 0 - Barcelona 1)
El argentino hace goles de todo tipo y color. Marca de falta, de penalti, de cabeza, con el pie derecho y con ese bendito pie izquierdo, pero hay una jugada que debería llevar su nombre. El tiro con rosca y cruzado desde la esquina derecha del área grande. Jugada Messi. La hizo el otro día frente al Almería y la repitió en el Pizjuán. Esta vez recibió en su espacio favorito la bola de Neymar y sin levantar siquiera la mirada del césped colocó la pelota en la esquina de la meta de Rico, al que se le debió escapar hasta un suspiro de admiración.
El Barça siguió mandón después del gol de La Pulga y el Sevilla continuó agazapado y sin atreverse a probar mucho y a la media hora de partido llegó el segundo de los azulgranas. Lo hizo Neymar, que llevaba dos meses sin celebrar un tanto. El brasileño, con un tiro magistral de falta, colocó la pelota allí donde habitan las arañas, en la escuadra.
Y entonces todo cambió. Lo hizo porque el Sevilla, que debió pensar que sin nada ya que perder, había mucho que ganar, recordó ese cántico escrito en su himno, “dicen que nunca se rinde”, para intentar mirar a los ojos a Bravo. Y en la primera que probó, acertó. Lo hizo Banega con un zapatazo desde la frontal.
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Gol de Banega (Sevilla 1 - Barcelona 2)
Ese gol envalentonó a los de Emery, que comenzaron a ocupar el terreno azulgrana y a desquiciar a Piqué y Mathieu, que optaron por el balonazo para sacar la bola. Perdieron el balón y los nervios.
Así terminó la primera mitad y así siguió la segunda, con un Sevilla bravo aupado por una grada siempre ruidosa. Trató Luis Enrique la misma fórmula que tan buen resultado le dio en Balaídos. Dio a entrada a Xavi para hacerse con la pelota y detener tanta ida y venida y el que salió fue un malhumorado Neymar. Por su parte Emery sacó al camerunés Mbia y a Reyes, mago en las citas grandes.
No consiguió el Barça controlar el partido, que se le fue por completo después de un error, que resultó fatal, de Piqué. El central catalán permitió una contra vertiginosa del Sevilla que culminó Gameiro, que había entrado por Bacca, para empatar el partido.

FOTOGALERÍA | El duelo del Pizjuán / CRISTINA QUICLER

FOTOGALERÍA | El duelo del Pizjuán / CRISTINA QUICLER




