¿En qué se ha convertido el Coachella?
De macrocita musical, a festival con más famosos -y postureo- por metro cuadrado
Madrid
En cualquier evento en cuyo cartel aparezcan nombres como ACDC, Jack White, Drake, Tame Impala, the Weekend y Florence and the Machine -entre muchos otros- cuesta creer que la música pueda quedar relegada a un segundo plano. Sin embargo, esto ha pasado en el Festival de Coachella, celebrado este fin de semana en la localidad de Indio (California, Estados Unidos).
La unión de famosos y ricos a las últimas ediciones del Coachella han provocado su deterioro. Poco queda ya de la esencia con la que este evento nació en 1999, que reunía a las mejores bandas alternativas y cuyo objetivo era ser el mejor escaparate musical del año. Convertido ahora en una pasarela de famosos dispuestos a plagar sus redes sociales con selfies bajo el hashtag #Coachella y con un marcado carácter elitista, no está cesando la lluvia de críticas que cuestionan esta metamorfosis.
Durante el primer fin de semana de festival –que desde 2012 se celebra en dos fines de semana consecutivos-, no han parado de desfilar caras conocidas por Indio, situado a 200 km de Los Ángeles. Pese a presentar un potentísimo cartel, la prensa ha sido ocupada por las fotografías y comentarios acerca de la celebración en la piscina del cumpleaños de la supermodelo Alessandra Ambrosio, de los paseos por el desierto de las hermanas Hilton o de los estilismos de Kate Bosworth y del 'ángel' y novia del cantante de Maroon 5, Behati Prinsloo.
Es incuestionable que 'Coachella Valley Music and Arts Festival' ha ganado brillo, pero ha perdido esencia.