Simeone está de aniversario

Dicen que cuando estás disfrutando las cosas pasan más rápido. Será por eso que Simeone cumple ya 200 partidos en el banquillo rojiblanco y parece que fue ayer cuando se sentó a orillas del Manzanares y, ¡en qué momento!

Lejos de acordarnos de la eliminatoria del Albacete y del rumbo que tenía el equipo con Gregorio Manzano en el banquillo, de cómo resucitó a algunos jugadores “del montón” y los convirtió en estrellas mundiales codiciadas por los mejores clubes europeos. Lejos de cómo el argentino ha vuelto a colocar al Atleti en el primer escalafón nacional y europeo, el lugar del que los colchoneros nunca debieron desaparecer (pero lo habían hecho), de haberse colado en la “fiesta” de Real Madrid y Barcelona hasta el punto de crear desazón en los seguidores culés y merengues a la hora de elegir rival para las competiciones, lejos de todo eso Simeone es un ganador.

Su porcentaje es sencillamente espectacular: 199 partidos con 126 victorias y 99 partidos con la portería a cero, hablan de equipo cuya regularidad esta fuera de toda duda y que ha ido ambicionando mayores objetivos según han pasado los días de Simeone en el banquillo. Empezó por la Europa League. Levantó la Supercopa de Europa en un partido para el recuerdo. Ganó la Copa del Rey rompiendo 14 años de derrotas en los derbis. Perdió la Supercopa de España sin haber perdido ningún partido y ganó una histórica Liga con récord de puntos y ganada en el Camp Nou en una final directa al Barcelona. Además al año siguiente se llevó la Supercopa de España quitándose la espina y ante el Real Madrid. Solo el postrero gol de Ramos en Lisboa evitó que el Cholo ganara la Champions League, algo que el argentino tiene entre ceja y ceja.

A Simeone se le pueden achacar algunos errores, todo el mundo es humano. El más reciente ha sido el criticado planteamiento de la Champions ante el Real Madrid, cambio de Griezmann incluido. Algo que, si me permiten, da todavía más valor a los números que el argentino atesora desde su llegada al equipo.

¿Se acuerdan de cuando mandó a rematar a Asenjo en la Europa League en el partido de ida ante el Rubin? ¿Se acuerdan del cambio de la Champions de Diego Costa que privó de tener algo más de aire al Atlético en la prórroga? ¿Se acuerdan del planteamiento valiente del Atlético en el Bernabéu en la Copa del Rey el año pasado con Diego Rivas, Koke, Arda, Diego Costa de inicio y que acabó atropellado por un Real Madrid agresivo? Sí, son errores del Simeone en el banquillo que siempre ha tenido en cuenta para aprender y mirar hacia adelante.

Como curiosidad, el otro día la gente andaba todavía cabizbaja por la eliminación de Champions. Es algo normal, la exigencia es buena, pero también la memoria. Se les olvidó los años espectaculares europeos, pero en Europa League cuando la Champions era para los equipos mayores. Se les olvidó cuando ni siquiera se entraba en Europa y la ilusión rojiblanca era pelear en aquella competición extraña llamada Intertoto y que congregaba en el mes de junio a la gente en el Calderón, se les olvido los nombres de Gloria Bistrita, Obilic, Ankaragucu… esos equipos que pasaban por el Calderón en lugar de los Milán, Chelsea o Juventus a los que ahora el público se ha acostumbrando.

Pues las cosas han cambiado gracias en gran parte a Simeone, el técnico por el que pasa el presente y gran parte del futuro del Atlético. Son 200 partidos y los Atléticos, TODOS pensarán: ¡Ojalá celebre los 400 partidos!