Zaragoza proyecta un centro comercial de "outlets"
La superficie total del área se acerca a los 200.000 metros cuadrados. Se plantea que la nueva área mantenga la torre de oficinas de la empresa Pikolin, por considerarla un icono de la ciudad
Zaragoza
El gobierno de Zaragoza ha iniciado el plan especial de Pikolin, un expediente que permitirá convertir las instalaciones de la fábrica de colchones de la carretera Nacional 232, la carretera de Logroño, en un centro comercial. Las naves, emblemáticas en la ciudad, quedarán disponibles en 2017, que es cuando Pikolin tiene previsto trasladarse a la Plataforma Logística PLAZA, donde ya tiene su área logística.
Las naves de Pikolin podrían transformarse en un centro comercial de "outlets", es decir, de venta de productos rebajados por ser de temporadas anteriores. Las tiendas, en torno a un centenar, se combinarían con una zona de restauración.
La superficie total del área se acerca a los 200.000 metros cuadrados. El Plan especial define seis manzanas delimitadas por calles ortogonales, con una franja central de aparcamientos, perpendicular a la Nacional 232. Se plantean además seis accesos y que la nueva área comercial mantenga la torre de oficinas de la empresa Pikolin, por considerarla un icono de la ciudad. El Plan también recoge la cesión de un 14'60% de la superficie para viales y de un 5'40% para zonas verdes.
A pesar de que Zaragoza ha duplicado su superficie comercial solo en los últimos 10 años y de que algunos espacios han entrado en un claro declive, el vicealcalde, Fernando Gimeno, ha apuntado que el proyecto de Pikolin es de "enorme interés". "Yo creo que es un proyecto interesante para la ciudad", dijo ayer, aunque reconoció que "como siempre, todos los proyectos comerciales generan algún tipo de polémica y es posible que éste también la genere". El vicealcalde concluyó: "la competencia no es mala".
En el Ayuntamiento, la tramitación del expediente podría llevar unos seis meses. No es necesario cambiar el Plan General de Ordenación Urbana, porque permite permite que los suelos de usos industriales de esa zona y de otros corredores similares de la capital aragonesa pasen a utilizarse como "usos productivos" (hoteles, comercios, oficinas...). Por tanto, solo hace falta redactar el Plan Especial que ahora se ha iniciado y que deberá ordenar y definir los nuevos usos y concretar la ubicación edificable.