Ciclismo de antaño en la Titan Desert
Oriol Colomé culminó una escapada de 90 km que protagonizó junto a Trujillo
Marruecos
¿Es posible en el ciclismo de carretera actual culminar con éxito una escapada de más de 90 kilómetros? Yo diría que no, y más cuando la escapada la componen sólo dos corredores. Ya nos hemos acostumbrado a un pelotón (o grupo de favoritos) que controla los ataques conociendo referencias constantes de tiempo, neutralizando a los valientes a pocos kilómetros, o incluso metros, de la llegada a la meta. Así no es la Titan Desert.
En la Titan es imposible controlar las escapadas. Cada uno juega sus cartas y sólo de manera puntual se trabaja de manera conjunta. Hoy, dos hombres han dado una exhibición de valentía y determinación: Oriol Colomé, el ganador de la etapa, y Juan Pedro Trujillo, su acompañante en la aventura.
El inicio de la cuarta etapa (de 99 kilómetros por desierto pedregoso) fue confuso para todos los participantes. Nada más empezar siguieron la estela de un vehículo y todos erraron en la ruta. Una confusión que no perturbó a Colomé y ‘Truji’. Colaboraron conjuntamente hasta los últimos kilómetros y pactaron una llegada al esprint. Ahí el catalán, fue mejor. Aprovechó un banco de arena que perjudicó a su rival y se hizo con la victoria de esta cuarta etapa.
Tras Colomé y ‘Truji’ llegaron todos los favoritos. José Silva sigue siendo líder por delante de Diego Tamayo e Ibón Zugasti. El único que se dejó tiempo fue el campeón del Tour de Francia de 2006, Óscar Pereiro, al que un inoportuno pinchazo alejó del grupo y condenó a atravesar en solitario el desierto.
La jornada de mañana será muy especial. Los corredores afrontarán una etapa sin ningún tipo de señalización. Deberán recorrer 102 kilómetros para llegar a Merzouga oriéntandose con su GPS, brújula y libro de ruta. Obviamente, habrá cuatro controles de paso innegociables. Los tres primeros clasificados recibirán una bonificación de 90, 60 y 30 segundos respectivamente.