La escultura como un lugar
El Museo Reina Sofía acoge la primera retrospectiva en España del escultor y poeta norteamericano Carl Andre
Madrid
El Museo Nacional de Arte Reina Sofía inaugura el martes 5 de mayo, en el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro, la muestra 'Carl Andre: escultura como lugar, 1958-2010'. Se trata de la primera gran retrospectiva en España de Andre, considerado uno de los artistas más destacados del minimalismo, un movimiento surgido en los años sesenta en Estados Unidos que supuso una ruptura con la tradición.
Considerado uno de los artistas más influyentes del siglo XX, Andre (Quincy, Massachusetts, 1935) redifinió la escultura bajándola del pedestal y utilizando materiales y procesos industriales.
La exposición, concebida por la Dia Art Foundation de Nueva York y comisariada por Philippe Vergne y Yasmil Raymond en estrecha colaboración con el artista, reúne cerca de 400 piezas, entre esculturas y un gran número de series de poesía visual y concreta realizados en los últimos 50 años, abarcando desde sus obras más influyentes, realizadas con planchas metálicas, palancas, cintas y pendientes, hasta ejemplos más singulares de su práctica artística.
En el Palacio de Velázquez, bloques de madera sin tallar que conforman figuras geométricas progresivas. Baldosas a modo de mosaico, a ras de suelo. Pavimentos elaborados con láminas de metal, concebidos para que el público pasee por ellos. Cien bloques de cemento colocados en el suelo, como una rejilla, un material que Andre encontró en un parque infantil abandonado. Pirámides de lingotes de aluminio.
Carl Andre rompió con la escultura entendida del suelo a los cielos y la devolvió a la tierra, al suelo. Escultura concebida como un lugar, como un espacio incorporado a la vida cotidiana, que busca la interacción del público y que Andre elabora con materiales de construcción: aluminio, ladrillos u hormigón.
Y en el edificio Sabatini del Museo Reina Sofía, segunda sede de esta exposición, gran parte de la producción poética de Carl Andre: Poemas visuales, sus dibujos mecanografiados, postales, ensamblajes y objetos efímeros e inclasificables como un libro de crítica literaria con un agujero taladrado en medio, una de sus bromas con y en contra de los libros.