Jordi Sánchez: “Fachas hay por todas partes, por la calle me dicen que Recio debería gobernar”
Actor y dramaturgo, Jordi Sánchez da vida a Antonio Recio en 'La que se avecina'
Madrid
Jordi Sánchez habla sin estridencias, muy mesurado. Posee un tímido acento catalán que delata su procedencia. Pese a que sus trabajos en televisión son los que le han otorgado la popularidad, parece más cómodo hablando de teatro; al menos, la conversación gana pulso cuando discurre por esos derroteros.
Sobra apuntar que Jordi Sánchez nada tiene que ver, ni en las formas ni en el fondo, con el personaje que interpreta en la serie de Telecinco 'La que se avecina', el simpar Antonio Recio. No obstante, hay quien sigue confundiendo persona con personaje y no pierde ocasión para dirigirse a Jordi como si del mismísimo pescadero de Mirador de Montepinar se tratase.
Él lo asume con una mezcla de resignación y humor ya que esto es más frecuente de lo que el sentido común aconseja. Denota, por un lado el éxito de la serie, y por otro el afecto del público hacia el personaje más allá de su cuestionable código moral.
'La que se avecina' es todo un fenómeno dentro de la ficción televisiva española. Por las cifras de audiencia -raro es que un capítulo baje de los 4 millones de espectadores, tras más de 100 episodios- y por la línea que ha abierto dentro del género de la comedia: una mirada a la realidad a través de la ventana del surrealismo y el histrionismo, con personajes tan excéntricos como pasionales.
Por eso, y pese a que Jordi dista mucho de ser un Antonio Recio, recuerda que, en esta sociedad, si no los hay tan cual, sí que existen personas que lo demandan como ejemplo a seguir. La realidad siempre puede ser más surrealista e irracional que cualquier ficción.
Después de tantos capítulos (y los que le quedan), ¿hay momentos en los que en casa piensas como Antonio Recio?
Yo salgo del plató y me olvido de Antonio Recio. Bueno, cuando tengo que estudiar, no. Después de 8 temporadas sigo siendo Recio en el plató, pero Jordi en mi casa. Lo tengo clarísimo.
De momento, no se me ha pegado nada del personaje… Gracias a Dios, porque el tío es muy heavy. Siempre digo que, como personaje, es un bombón, pero como persona es un saldo [ríe]
¿Qué adoras de ese bombón de personaje?
Que es un neurótico y un enfermo. Lo que más me gusta -y creo que es lo que más le gusta a la gente- es que es como un niño pequeño. Es lo que hace que la gente tenga cariño a un tipo tan mezquino. Es como un niño: se enfada, llora, se deprime… Es como un niño enfadado y se eso me gusta.
Y también se ilusiona todavía por las cosas, aunque sea por matar a su vecina.
Qué crees que le parecería a Antonio Recio las siguientes cuestiones:
Twitter: Yo creo que, si sirve para hacerse propaganda de sí mismo y de sus campañas, le gustaría.
De Mourinho y Guardiola: Creo que a Recio no le gusta el fútbol. No le debe de gustar porque no habla nunca de fútbol. El único que habla de fútbol en esta serie es el personaje de Vicente. A mí -como Jordi-, no me gusta, no me entero de nada del fútbol.
'Mujeres y Hombres y Viceversa': Se quedaría con las mujeres, a los tíos los pondría a parir, diría que son todos unos maricones o alguna barbaridad de estas que dice. Él era fan de Intereconomía.
IVA Cultural: Recio diría "que se jodan, que son todos unos rojos".
Por la calle, ¿te llaman por tu nombre o lo de Antonio Recio está omnipresente?
Me dicen "¡Pescadero, cabrón!" [bromea]. Eso está bien, significa que la serie funciona y no me importa para nada. El día que termine la serie, eso se acabó. Está claro.
¿Qué parte de culpa tienes tú, como actor, en que Antonio Recio sea uno de los personajes que más trascienda?
No sé, eso pregúntaselo a los guionistas… A mí el guion me encanta. Cuando tienes un buen material te agarras como un clavo ardiendo. Hablarte de mí, me cuesta.
El rodaje de 'La Que Se Avecina' os tiene ocupados como medio año. Es una serie que da tranquilidad en el sentido de que, como actor, sabes que seguirás teniendo trabajo. Pero, los meses en los que no grabas la serie, ¿hay inquietud si no salen otros proyectos?
Yo escribo y actúo. Los 6 meses que no estoy en la serie estoy escribiendo teatro. Estoy como dividido, doble personalidad.
Lo que no he hecho es volver a subirme a un escenario desde que estoy haciendo la serie porque vivo en Barcelona, mi familia está allí, y yo los fines de semana me voy para allá. Sí sigo escribiendo [teatro], como he hecho toda la vida. Estrenamos primero 'Mitad y mitad', con Pepón Nieto y Fernando Tejero, y ahora 'El eunuco'.
¿No tienes el mono de subirte al escenario, de representar ante el patio de butacas?
Tengo mono, pero tengo familia también… [ríe]. Lo que no tengo ganas es de hacer doblete. Lo he hecho, lo de estar 8 o 10 horas grabando una serie y al terminar, en lugar de irte a casa, tener que meterte en un escenario. Eso ya no me apetece nada.
Como creador escribes comedia, ¿te sientes cómodo en este género?
Sí. Escribo comedia, básicamente, porque el drama no me sale, me salen unos pasteles horribles. No me gusta [ríe]. La comedia me ha funcionado siempre. A través de la comedia también se pueden explicar dramas y cosas muy serias. Como actor, me gustan los dos géneros.
En España nos reímos de todo… Se hacían incluso bromas sobre el ébola…
Creo que te puedes reír de casi todo cuando ha pasado cierto tiempo. El tiempo es lo que marca hasta qué punto te puedes reír de algo o no. Se han hecho series de nazis cuando han pasado 50 años. Pero de todo, de todo… no te puedes reír.
Por surrealista que sea 'La que se avecina', no pocas veces la realidad parece haber plagiado a la serie…
Si no pasara en la vida real, no funcionaría en la serie. Si las historias que se cuentan no se basaran en la vida real, no engancharían. Otra cosa es el tratamiento que le des, que sea más surrealista o esté más forzado.
Evidentemente, no hay comunidades de vecinos donde todos estén así de desequilibrados, pero fachas hay por todas partes; y la gente dice unas cosas… A mí me dicen por la calle: "tú [Antonio Recio] deberías gobernar este país" o "El Recio dice grandes verdades". Hay gente que te dice esas cosas [se asombra]