¿Está preparado el espectador medio español para ver 'Refugiados'?
Este jueves se estrena la nueva serie de laSexta, coproducida con BBC
Madrid
Es tal el consenso existente entre quienes han visto, al menos, un episodio de 'Refugiados' sobre la calidad que atesora esta serie española que, en la rueda de prensa de esta semana en la que se presentó la serie de lo que más se habló fue del momento en el que llega. "Hace año y medio, cuando nos embarcamos en el proyecto, hubiera sido imposible", repetían una y otra vez los responsables de ficción de Atresmedia y los productores ejecutivos de la serie, Ramón Campos y Teresa Fernández-Valdés (Producciones Bambú).
'Refugiados' se estrena este jueves (22:30 horas) en todos los canales de Atresmedia (Antena 3, Neox, Nova y laSexta) con sus dos primeros episodios. Será ya la semana que viene cuando la serie pase solo a emitirse en su canal, laSexta, en una noche en la que estará secundada por 'True detective'.
¿Qué hace tan especial a 'Refugiados'?
¿Por qué se insistió tanto en que ahora es el momento y no antes para poner en liza una serie como 'Refugiados' en un canal generalista y en horario de máxima audiencia? ¿Qué la hace tan particular?
'Refugiados' es lo más próximo que se ha hecho en España a la buena ficción de clave que llega desde Estados Unidos o a esas series europeas de gran calidad que solo encuentran salida en canales de pago. De ahí que el hecho de apostar por el desarrollo de una serie de este tipo para un canal generalista suponga el primero de los riesgos a asumir.
No se exagera nadie que diga que 'Refugiados' la podría haber estrenado HBO, FX o BBC. Su temática -la llegada de millones de personas que huyen del futuro-, su estructura, su duración de 50 minutos y hasta su idioma -en inglés, pero en laSexta estará disponible tanto doblada como subtitulada- la convierten, de partida, en un producto idóneo para las citadas firmas anglosajonas.
Después, la ejecución es magistral. La serie se mueve en una lenta, pero rítmica calma tensa. Parece no ocurrir nada cuando lo que realmente están viviendo los personajes es un caos. Por un lado, por el desconcierto, las dudas y el miedo generado por la inesperada llegada de millones de personas que afirman venir del futuro, que son refugiados y a los que la buena conciencia dicta acogerlos y compartir los víveres. Por otro, la situación particular a la que se enfrentan los protagonistas, envuelta en un sutil suspense que atrapa al espectador más exigente.
Y bajo el entretenimiento, bajo el ansia de la resolución de las tramas, del qué pasará, subyacen los aspectos más mundanos de la condición humana. Es el poso para degustar y reflexionar que deja la serie en el espectador que haya desarrollado su paladar audiovisual. En el que no, probablemente le parezca un soberano tostón.
Cómo reacciona el ser humano más solidario cuando ha de elegir entre la supervivencia de los suyos o de esos que acaban de llegar; cómo cala el discurso de los más racistas entre el ciudadano medio cuando, de repente, siente que su tranquila vida se altera por la llegada de una muchedumbre que pide ayuda; cómo entre esa muchedumbre también existe quien quiere aprovecharse de la situación de caos. En 'Refugiados' hay, sobre todo, condición humana reflejada en unos pocos personajes esbozados a la perfección y a los que hay que descubrir con el paso de los minutos y de sus acciones. Siendo una serie de silencios, también es una serie de acciones y detalles.
¿Triunfará entre el espectador medio?
Estamos, pues, hablando de un producto que gustará ser consumido por aquellos amantes de las series que bucean por los estrenos llegados desde el otro lado del charco. ¿Y el espectador medio?
Es evidente que a la famosa señora de Cuenca se le va a hacer bola una serie de estas características a la cual la va a identificar como ficción extranjera, porque -además- este tipo de espectador solo atiende a la promoción de una serie cuando se hace con actores cuyos rostros conoce y, en 'Refugiados', su reparto es bueno pero un misterio para el gran público.
Sin embargo, el espectador medio español de series ha cambiado en los últimos años. La señora de Cuenca ha dejado de ser el paradigma y el prototipo actual es el de un consumidor que exige más laboriosidad y menos trampas a una serie. Que exige, ante todo, que el producto esté bien hecho, tenga un buen acabado y entretenga. A esto han ayudado los pequeños grandes pasos dados por las series de los últimos años donde, asumiendo controlados riesgos, se iban prescindiendo de tradicionales elementos que, si bien aseguraban datazo de audiencia, lastraban la calidad final del producto.
El problema es que 'Refugiados' va más allá, que quizá se quede como un producto demasiado gourmet para ese espectador medio actual. En Atresmedia se lo imaginan y por esa razón se han volcado en su promoción y estreno. Por primera vez en la historia del grupo, una serie se va a estrenar a la vez en todos sus canales. La misión es que el máximo número de espectadores pruebe el plato con la esperanza de que, a la semana siguiente, muchos quieran repetir.
Así, es probable que 'Refugiados' haga un datazo en su estreno de este jueves, máxime teniendo en cuenta que competirá contra 2 productos con los que no comparte público objetivo directamente: 'Supervivientes' en Telecinco y 'Cuéntame' en La 1. Por el contrario, no sería extraño que sus últimos episodios -en total son ocho- estén por debajo de los 10 puntos en cuota de pantalla.
No es una ruptura, es un avance lateral
Que 'Refugiados' marcará un antes y un después en la ficción televisiva española es incuestionable. Por lo pronto, es la primera serie nacional en la que BBC participa. Eso, unido al resto de características que la definen hacen de ella un hito que, al margen de que guste más o menos, marca el camino de este sector audiovisual.
Lo que sería injusto para la ficción nacional es entender esta serie como una ruptura; quizá sea más preciso entender su desarrollo hablando de un universo paralelo. 'Refugiados' nace dentro de un microecosistema merced a que un gran grupo de televisión apuesta por este tipo de serie para el segundo de sus canales -cuya media de audiencia está por debajo del 8%- y a que BBC se anima tanto a pagar parte de su presupuesto como a venderla en el extranjero, lo que implica, por ejemplo, que se grabe en inglés y que el reparto de la serie sea británico o bilingüe.
Y en ese universo paralelo, 'Refugiados' va a demostrar que, bajo determinadas circunstancias, las productoras y creadores españoles pueden parir productos de nivel internacional. Esta serie, por más que esté la BBC de por medio, lleva firma española, concretamente la de Ramón Campos, Gema R. Neira, Cristóbal Garrido y Adolfo Valor -creadores y guionistas- y la de David Pinillos y Elías León tras la dirección.
En 'Refugiados' se hallan los mismos creadores que en otras series, muy diferentes a esta, como 'Velvet' y 'Bajo sospecha'. Pero no hay que entender a 'Refugiados' como la anomalía, sino como la consecuencia.
Si, más allá de su dato de audiencia, una serie como 'Refugiados' ha sido posible en la ficción española ha sido por el camino abierto con series de gran calidad a lo largo de las épocas que han educado el paladar del espectador medio. Por eso, con 'Refugiados', además de examinarse la serie, conviene también examinar al espectador.
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