Agresión entre simpatizantes del PP y Coalición por Melilla
La pelea entre simpatizantes de ambas formaciones se ha saldado con tres heridos, que presentan diferentes lesiones en cervicales, un tímpano roto y un corte en el muslo


Melilla
Todo ocurrió cuando un coche de campaña del PP se acercó por la zona donde está la oficina de correos, junto a la sede de Coalición por Melilla. Según simpatizantes del PP, de las inmediaciones de la sede de CPM, salieron varios miembros del partido. “Nos rodearon y, cuando salimos del coche para que se apartaran, fuimos golpeados y agredidos”, cuenta Karin Moh. Según la versión de CPM, ninguno de los agresores es de la ejecutiva “ni afiliado a Coalición” y argumentan que los otros fueron provocando.
El presidente del PP lamenta que Coalición por Melilla crea que las “barriadas periféricas son suyas y que intenten tener allí su voto cautivo”. Imbroda también se ha referido a las agresiones frente a la sede del CPM y ha dicho que “el partido de Mustafá Aberchán ha tomado el servicio de correos como su feudo personal”. Imbroda se ha mostrado de acuerdo con la propuesta de EQUO de traer observadores externos que “velen por el desarrollo del proceso electoral y garanticen su legitimidad”.
Gloria Rojas, candidata por el PSOE, ha pedido a todos los partidos políticos que hagan una campaña limpia, sin incidentes y que dejen votar en libertad a los ciudadanos. Ha señalado que “no sabe cuál sería la solución para evitar la manipulación del voto por correo”, pero que si se debería cambiar la legislación al respecto para evitar este tipo de situaciones que se dan en Melilla.
Para Dunia Almansouri, diputada local de CPM, “estas prácticas no son sanas para la democracia” y ha sugerido al Presidente de la Ciudad Autónoma “que se tome unas vacaciones”
Desde anoche, un dispositivo policial está de forma permanente frente a la sede de CPM junto a las oficinas de correos. Funcionarios de este organismo confirman que los altercados se montan todos los días “porque hay personas que acaparan todos los números de espera, y después los venden” a un euro en la calle para ir dando turnos.




