Intxausti gana la etapa y Contador sigue de rosa
El ciclista vasco de Movistar se lleva la octava etapa del Giro en una exhibición de resistencia de Contador ante los ataques de Aru
El español Beñat Intxausti, del equipo Movistar, fue el vencedor de la octava etapa del Giro de Italia disputada entre Fiuggi y el alto de Campitello Matese, de 186 kilómetros, y el español Alberto Contador (Tinkoff Saxo) logró conservar la camiseta de líder.
Un recital de los españoles en la primera jornada dura de montaña, pues otro español Mikel Landa (Astana) cruzó en segunda posición la línea de meta y Alberto Contador conservó la camiseta rosa respondiendo en la subida a Campitello Matese a los ataques de sus más directos rivales, los del italiano Fabio Aru (Astana) y el australiano Richie Porte (Sky), que llegaron a 36 segundos del vencedor, que invirtió en el viaje 4 horas, 51 minutos y 34 segundos.
Igor Antón celebra la victoria de Beñat Intxausti
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La general sigue comandada por Alberto Contador ahora con un par de segundos más con respecto al italiano Fabio Aru, que se queda a cuatro, ya que el español puntuó en un esprín intermedio y Porte se va a los 22. Un final de etapa espectacular con los tres equipos, los que lideran Contador, Aru y Porte, que no escatimaron esfuerzos para intentar arañar diferencias en el primer final duro de montaña, el Campitello Matese.
Fueron 15 kilómetros de subida emocionantes y de nervios, pues en los primeros desniveles, primero el Sky de Porte, luego el Astana de Aru, y a mitad del alto el Tinkoff Saxo de Contador fueron los que marcaron un ritmo impresionante y durante algunos momentos dio la impresión de que se trataba de una contrarreloj por equipos al estar al frente del grupo la totalidad de sus componentes.
Fue un pulso entre los tres candidatos al título que terminó en tablas y del que supo sacar partido Intxausti, un corredor al que no se le da mal el Giro, pues hace un par de años se vistió de rosa y ganó una etapa.
El vizcaíno se dejó llevar por Contador, que parece estar recuperado de sus molestias en el hombro izquierdo al marcar la pauta en algunos momentos, para salir como un poseso en la parte final del puerto, a unos dos kilómetros, sin que nadie le pudiera seguir, a pesar de que su compatriota Mikel Landa daba por bueno su trabajo realizado para Aru, e intentó enlazar con Intxausti.
Hasta la llegada a los primeros desniveles de Campitello la jornada resultó relativamente tranquila con un poco de lluvia y numerosos intentos que no prosperaron, debido al marcaje de los grandes, pues por medio de la etapa estaba el Forca de Acero, un puerto de segunda, pero que se hace interminable con 26 kilómetros de ascensión.
La escapada del día se produjo poco antes del Forca, cuando se fue el holandés Steven Kruijswijk y a por él salieron el italiano Pellizoti y el colombiano Betancur. Llegaron a tener hasta nueve minutos de ventaja, pero el grupo principal comenzó a moverse, a intentar dejar cortado alguno de los candidatos al podio, especialmente a Contador, al que no lograron sorprender.
A mitad de puerto, el pelotón estaba agrupado con un Contador que no perdía la estela de sus rivales y miraba como venía el pelotón por detrás para evitar posibles cortes. Comenzó la guerra de estrategias, pero el marcaje entre ese tridente que forman Contador, Aru y Porte evitó posibles cortes, pero no pudieron evitar el demarraje de Intxausti para ser el primero en llegar a meta y reverdecer laureles en la prueba italiana.
Mañana, domingo, se disputará la novena etapa con salida en Benevento y llegada en San Giorgio del Sannio, de 215 kilómetros, una etapa complicada y exigente debido al continúo subir y bajar por carreteras muy sinuosas.