Messi hace campeón de Liga al Barcelona

Madrid

El Barcelona es el nuevo campeón de Liga. El equipo azulgrana sucede en el palmarés a un Atlético al que ganó en el Vicente Calderón con un tanto de Messi, el hombre que después de su suplencia en Anoeta volvió a su máximo nivel para llevar a los de Luis Enrique a un un estado imposible de prever hace unos meses.

Cabalgando a lomos de Messi y de sus compañeros de tridente -Neymar y Luis Suárez-, el Barcelona sonríe no solo por el título de Liga, sino también porque acaricia un triplete que puede ser histórico. Para lograrlo tendrá que ganar al Athletic y a la Juventus en las finales de la Copa y de la Champions.

Ampliar

Para dar el primer paso hacia el triplete, Luis Enrique tocó su tridente. Pedro ocupó el puesto de Luis Suárez. Estaba el uruguayo tocado y al Barça le queda mucho por jugar.  Los protagonistas fueron, sin embargo, los de casi siempre. Sobre todo un Messi que quiso buscar la pelota lejos de la portería. También Dani Alves, que últimamente parece empeñado en hacer olvidar a todos el discreto nivel mostrado a lo largo de una parte de la temporada.

Pero fue el Atlético el que empezó el encuentro más enchufado. Apretó mucho, pero salvo en un cabezazo de Giménez, Claudio Bravo tampoco tuvo motivo para perder los nervios. Quizá porque tenía claro que Messi iba a entrar rápidamente en acción. Primero lo hizo con un disparo. Luego, con un cabezazo. Ambos los detuvo Oblak. Los acercamientos asentaron el juego del Barcelona.

El Barcelona pidió dos penaltis

Tocó el equipo blaugrana, pero sin volverse loco. Sabía que tenía media Liga en su mano porque el Real Madrid estaba empatando en Cornellà ante el Espanyol. Con todo, el partido fue de los de Luis Enrique. Y también de Undiano. El colegiado tuvo que mojarse en dos ocasiones. En la primera, con una mano de Juanfran después de un cabezazo de Messi. La bola iba hacia la portería.

Ampliar

En la segunda, Alves cayó en el área rojiblanca cuando peleaba con Godín por ganar la línea de fondo. Undiano pitó falta fuera del área. Parecía más penalti la primera acción que la segunda, pero fue en esta en la que el Barcelona creó más peligro porque el lanzamiento de Messi estrelló la bola en el larguero.

Los resultados de otros campos -Mestalla y Cornellà- hacían que el empate a cero le valiera a los dos. El Barcelona se fue al descanso como campeón. Y el Atlético, con la Champions garantizada. Eso hizo que ninguno se volviera loco. Sin renunciar a ganar, los dos conjuntos intentaron evitar sobresaltos.

Messi contestó a Cristiano

Pero el chispazo llegó... en Cornellà. El gol de Cristiano apretaba la clasificación y dejaba al Madrid a dos puntos del equipo blaugrana. El tanto obligaba a los de Luis Enrique a ganar. En ese momento, Messi se dio por aludido. No tardó en hacer el gol que podía convertir a su equipo en campeón. Lo hizo en una pared magistral con Pedro. Se la dio al canario, que se la devolvió como está mandado. Pisó la bola el argentino y la puso con la izquierda en el palo largo de la meta de Oblak.

Ampliar

Era un gol que en ese momento valía un título. Una Liga que empezó a fraguarse en Anoeta, el campo en el que todo cambió y del que, con su suplencia, Leo Messi salió espoleado para volver a uno de los mejores momentos de su carrera y elevar al Barcelona a un nivel competitivo que no se veía desde la época de Pep Guardiola.

Y como este partido se jugaba en dos campos, llegó el tanto del empate para el Espanyol. Falló Keylor Navas en una acción que terminó rematando Sergio García. En ese momento, el título de Liga necesitaba un gol del Atlético y otro del Madrid para seguir sin dueño.

A falta de menos de un cuarto de hora para el final, llegó el de Marcelo para el Madrid. El Barcelona seguía siendo campeón, pero un gol de los rojiblancos le complicaba la vida. Al del brasileño se sumó otro de Cristiano Ronaldo. Y luego el tercero del portugués para completar su hat-trick. Pero tampoco eso sirvió para mucho.

Lo único que podía cambiar las cosas era un tanto de los de Simeone, un Atlético que en el segundo tiempo no se asomó con peligro a la portería de Claudio Bravo. Siguió sin hacerlo hasta el final. De hecho, Messi estuvo cerca de hacer el segundo y sentenciar en un libre directo que sirvió para que se luciera Oblak.

No acertó Messi en esa ocasión, pero ya no le hacía falta. Su gol media hora antes ya había convertido a su equipo en campeón de Liga. El tanto no podía ser de otro jugador. Tenía que ser Messi, el jugador que dio un paso adelante tras la derrota de su equipo en Anoeta, el punto más bajo del equipo esta temporada, y que quiere conducirlo a un triplete que le catapultaría a su quinto Balón de Oro.