Fútbol

De aprendiz a maestro

El capitán del Barcelona debutó en 1998 y se ha acabado convirtiendo en el abanderado de la gran generación de canteranos procedentes de La Masía

El jugador del Barcelona, en un encuentro en el Camp Nou.

La leyenda de Xavi Hernández comenzó una noche de verano en el Lluís Sitjar. Un pequeño centrocampista de sólo 168 centímetros de altura hacía su debut en un partido oficial con el Fútbol Club Barcelona de la mano de Louis Van Gaal. Se disputaba la final de la Supercopa de España y los culés, campeones de Liga y Copa del Rey, eran muy favoritos ante el Mallorca de Héctor Cúper. que estaba a punto de empezar la que iba a ser la mejor temporada de su historia.

Xavi con la plantilla del Barcelona en la Champions League 1998/1999.

En ese partido estival del mes de agosto el debutante Xavi fue titular, acompañando en la medular a Philip Cocu, uno de los nuevos fichajes del remozado Fútbol Club Barcelona plagado de holandeses que había creado Van Gaal. En el minuto 16 los culés sacan un corner pasado, la pelota le llega cerca del área pequeña a Miguel Ángel Nadal, que le pasa el balón a ese chico joven y bajito de Tarrasa que sin pensárselo dos veces dispara con su pierna buena peforando por la escuadra izquierda la portería de Carlos Roa.

Su estreno, que no acabó demasiado bien ya que el Mallorca se llevaría el partido con goles de Jovan Stankovic y Dani García Lara, ya evidenciaba la importancia que iba a tener Xavi en el equipo azulgrana. Durante la temporada 1998/1999 jugaría a caballo entre el Barça B y el primer equipo. Jugó 17 partidos, todos ellos menos uno como titular, ganándose la confianza del correoso técnico holandés y anotando además un gol, en Pucela ante el Valladolid.

Su primera Liga, la de 1999, la consiguió con un papel secundario, acompañando en el centro del campo a jugadores contrastados como Luis Figo, Pep Guardiola o Boudewijn Zenden. Futbolistas como Luis Enrique u Overmars, más ofensivos que Xavi, también le acompañaron en sus inicios como joven canterano de la plantilla culé. Para la temporada 2001/2002, Hernández ya era un fijo de las alineaciones azulgranas con Charlie Rexach en el banquillo, acompañando a Cocu y Gabri en la medular.

El centrocampista de Tarrasa en un partido ante el Copenhague.

Xavi fue, junto a Carles Puyol, el gran estandarte del Barça en una época oscura para el club. Durante cinco temporadas consecutivas los culés no consiguieron ganar ningún título y sufrieron una gran inestabilidad en la directivo, algo que también se trasladó a los banquillos. Todo cambió en la temporada 2003/2004 con la llegada de Frank Rijkaard como entrenador y de Ronaldinho Gaucho, que aterrizó en Barcelona desde el PSG anunciado como el líder del nuevo proyecto azulgrana.

El Barcelona de Rijkaard recordó por momentos al Dream Team de Johan Cruyff, aquel que había ganado la única Copa de Europa para los culés en el lejano 1992. Frank, salido como el 'El tulipán de oro' de la cantera de Ajax, dotó al nuevo Barça de un estilo propio que hacía tiempo que había perdido. Un equipo basado en el control del balón y en el fútbol de ataque. Seis años después volvieron a llegar los éxitos: en la temporada 2004/2005 se volvió a ganar la Liga y un año después el éxito en la competición doméstica se trasladó también a la Champions League.

Xavi entra en el campo en sustitución de Deco.

El equipo de Rijkaard pululaba en un ecosistema perfecto: la línea de ataque funcionaba a la perfección con Eto'o y Giuly haciendo de las suyas, Ronaldinho decidía y en la medular, Deco llevaba la manija del equipo con un emergente Iniesta poniendo la pizca de magia. Entre tanto jugador diferencial, Xavi Hernández, un perfil cuyo trabajo no brilla con tanta facilidad, se sentía atrapada. Tampoco ayudó la lesión de ligamento cruzado anterior que sufrió e la rodilla derecha en diciembre de 2005.

El exitoso ciclo de Rijkaard se agotó definitivamente al final de la temporada 2007/2008. El Barcelona decidió prescindir de los servicios del holandés. Ese mismo verano, diez años después de su debut como azulgrana, Xavi volvería a nacer. Fue con la Selección Española dirigida por Luis Aragonés, la que le proporcionaría los mayores éxitos de su carrera. Lideró a España al triunfo en la Eurocopa de Austria y Suiza siendo elegido como el mejor jugador del campeonato. Lo mejor de Xavi estaría aún por llegar.

La llegada de Pep Guardiola dotó al Barça de todas las armas para dominar el fútbol contemporáneo a base de grandes jugadores salidos de la cantera. Un portero solvente en la figura de Víctor Valdés. Una defensa correosa, presionando al equipo rival y liderada por Puyol y Piqué. En el centro del campo, una medular formada por Xavi, gran director de juego culé, Busquets e Iniesta. Y en la delantera el sorprendente Pedro y Leo Messi, el mejor jugador del mundo. Un equipo que en la temporada 2008/2009 consiguió un histórico sexteto, saliendo campeón de todas las competiciones en las que participó.

Xavi besando la Copa del Mundo en la final de 2010.

Desde ese momento. Xavi fue considerado por todos como el centrocampista total, un jugador con una visión de juego sin igual y dotado de una capacidad para ensamblar un equipo única en el mundo. No sólo lo hacía en el Barcelona sino también en la Selección Española, con la que repetiría triunfo en la Eurocopa de Polonia y Ucrania de 2012 y sobre todo el gran título por el que se le recordará al genio de Tarrasa: el Mundial de Sudáfrica en el año 2010.

La temporada 2011/2012, la que supuso la despedida de Guardiola, fue la última de Xavi Hernández a gran nivel. Anotó diez goles en 31 partidos, su mejor marca como culé en tan sólo un curso. Con la llegada de Vilanova, su posterior paréntesis por enfermedad y la etapa con Roura primero y Martino después, su participación fue menguando ya bien entrado en la treintena.

El verano pasado, con la llegada de Luis Enrique, se sucedieron los rumores sobre la posible marcha de Xavi del Barcelona. Sin embargo, el capitán asumió un papel más secundario como suplente de Ivan Rakitic y fue parte de otro título de Liga más en la cuenta de los azulgranas, la octava para él. Diecisiete años después se despide y su legado será eterno.

José Izquierdo

José Izquierdo

Community Manager especializado en comedia, cultura y entretenimiento. Llevo las RRSS de 'Hora Veintipico'...

 
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