Rajoy, ni autocrítica ni cambios
El presidente del PP comparece en Génova, tres años después, para valorar los resultados de las elecciones autonómicas y municipales. Rajoy admite la influencia de los casos de corrupción y los errores de comunicación tras reunirse con sus barones pero rechaza cambiar su discurso
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa ofrecida tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP celebrada esta tarde en Madrid, para analizar los resultados de las elecciones autonómicas y locales / J.J. Guillen (EFE)
Madrid
Tres años después, el presidente del Gobierno y del PP ha comparecido en la sala de prensa de la sede de Génova. En aquella ocasión Rajoy se afanó por defender que no había rescate a la banca. Hoy ha puesto el mismo énfasis para dejar claro que su partido ha sido el más votado en las elecciones autonómicas y municipales pese a la pérdida de más de 2,5 millones de apoyos. El presidente se resiste a cambiar su línea argumental, más allá de justificar el desgaste que supone gobernar con “medidas impopulares”.
Rajoy, tan alérgico a la prensa como a los movimientos, no piensa tomar ninguna decisión. “No habrá ningún cambio en el Gobierno ni en el partido. Con la gente que está al frente, ganamos las elecciones de 2011. No me parece que el problema venga de cambiar o dejar de cambiar”, ha contestado a los periodistas. El presidente ha tenido también un mensaje en clave interna para su núcleo duro en la cúpula del PP al agradecer todo el trabajo a María Dolores Cospedal, cuestionada al frente de la secretaria general, y a Carlos Floriano, director de campaña.
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Tras hacer autocrítica con sus barones regionales, el presidente sí ha admitido, sin aportar solución alguna, problemas de comunicación para transmitir sus logros económicos, la gran obsesión del presidente. “Tenemos que ser más próximos, más cercanos con los españoles”. Dentro del PP ya ven la comparecencia de hoy como un gesto. Rajoy también ha señalado el daño de la corrupción en la imagen del partido, algo que algunos cargos le habían reprochado por su silencio en campaña.
Rajoy ha apelado en varias ocasiones a la estabilidad política tras la fragmentación surgida de las urnas en la mayoría de parlamentos y ayuntamientos. Para el presidente, esta estabilidad está vinculada a la economía y la recuperación, el mantra de sus discursos y el eje de su campaña. “Es un valor capital y tiene una importancia económica grande” y “la recuperación económica es más fácil con estabilidad”, ha repetido. Esta idea condicionará igualmente los futuros pactos de los populares. “Deben cumplir los siguientes criterios: estabilidad, transparencia y tres objetivos: control adecuado de las cuentas públicas, recuperación económica y empleo”, ha marcado como líneas para las futuras negociaciones, de las que aclara que apuesta por dejar gobernar a la lista más votada ya sea en pactos globales o puntuales.
El presidente desecha así cualquier cambio y confía todas sus aspiraciones para la reelección a la recuperación de la economía. Rajoy no se siente cuestionado y da por hecho que será el candidato del PP a la Moncloa. “Creo que sí”, ha dicho escuetamente. El ascenso del PSOE, la irrupción de los partidos emergentes y la pérdida de poder territorial no alteran el discurso ni la estrategia del líder inmutable que se afana en unir su futuro a la economía.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...
