¿Cómo actuar ante un caso de difteria?
Los pacientes con difteria deben ser aislados e iniciar una búsqueda de contactos de riesgo. Es una enfermedad de declaración obligatoria, el servicio de Vigilancia Epidemiológica de cada comunidad “informará de forma urgente de los casos sospechosos”
Madrid
Ni se la esperaba, ni estaba, pero eso no quiere decir que no esté ahí. La Corynebacterium Diphtheriae (así se llama la bacteria que provoca la difteria) sigue pululando por algunos países de Europa del Este y Asia.
En España desapareció hace ya muchos años, gracias a la vacunación.
Fue en el año 1945 cuando se empezó a vacunas a los niños españoles contra la difteria. Pero no fue hasta 1965 cuando se impusieron las campañas masivas de vacunación (difteria junto con tétanos y tos ferina).
Esa campaña tuvo un efecto inmediato. En 1941 la incidencia media anual de difteria en España era de casi 1.000 casos por 100.000 habitantes, pero en la década de los 80, esos niveles cayeron bruscamente, hasta la erradicación total de la difteria, según el Centro Nacional de Epidemiología.
“En España no se han notificado casos autóctonos de difteria desde 1986”, según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, dependiente del Instituto de Salud Carlos III.
Actualmente, la cobertura de la vacuna contra la difteria supera el 95% en los niños. Esa es la mejor arma contra la difteria, “la inmunización activa frente a difteria es la estrategia más eficaz para la prevención de la enfermedad”, que tiene una letalidad que oscila entre el 5 y el 10%.
Pero eso no nos blinda del todo, porque “la difteria puede re-emerger cuando existen fallos en la vacunación de los niños y hay pérdida de inmunidad en los adultos”, según este estudio del Instituto de Salud Carlos III.
Esa es la principal amenaza. La difteria es una enfermedad de declaración obligatoria, por eso, el servicio de Vigilancia Epidemiológica de la comunidad autónoma “informará de forma urgente los casos sospechosos, probables y confirmados de difteria respiratoria al Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad y a los Servicios Sociales e Igualdad y al Centro Nacional de Epidemiología”, según fija el protocolo de enfermedades de declaración obligatoria.
Una vez detectado y confirmado el positivo por difteria, el primer paso, el más inmediato es que “el paciente permanezca en aislamiento respiratorio si padece difteria respiratoria y en aislamiento de contacto en la difteria cutánea”.
Paralelamente, hay que iniciar las “búsqueda activa de contactos” para “prevenir la aparición de casos secundarios y detectar portadores asintomáticos susceptibles de transmitir la bacteria”.
Hay dos tipos de contactos, el primero de 'alto riesgo’, es decir, “convivientes en el mismo domicilio o contactos íntimos/sexuales”. El segundo, son las de ‘riesgo moderado’, como por ejemplo, “los miembros de la familia, amigos y parientes que visiten el domicilio regularmente. También compañeros de la misma clase en el colegio”, según el protocolo de actuación de la Red Nacioanal de Vigilancia Epidemiológica.
Todas ellas, deben estar “bajo vigilancia”.
Tratamientos
A los pacientes con difteria hay tratarles con una doble terapia. La primera es la antitoxina contra la difteria, es la única arma terapéutica capaz de eliminar la toxina que desata la bacteria. Se trata de un antisuero hiperinmune producido en caballos.
Esa opción hay que combinarla siempre con penicilina, en este caso no elimina la toxina, pero sí frena su producción y por tanto reduce su trasmisión.
Por último, todos “los pacientes diagnosticados de difteria deberán vacunarse antes de abandonar el hospital”.
Origen del foco
Las autoridades deben esforzarse en localizar el foco del contagio, y un primer paso es "investigar el antecedente de contacto con animales, incluidos perros y gatos domésticos”, porque ese es uno de los reservorios de esta bacteria, junto al ganado bovino.
El principal modo de transmisión de Corynebacterium Diphtheriae es persona a persona por vía aérea, mediante contacto físico estrecho con un enfermo o con un portador asintomático.
La difteria respiratoria es contagiosa 7 días antes del inicio de síntomas. Los pacientes no tratados son infecciosos durante al menos dos semanas.
Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Antes trabajé...