Un joven atacado por un oso pardo se recupera de la mordedura
El joven se recupera en el Hospital Valdecilla en Santander de la mordedura y desgarro sufrido en un brazo
Santander
Eduardo Velarde, de 35 años y natural de Reinosa, se encontraba haciendo fotografías en el bosque, a unos dos kilómetros del pueblo de Villaescusa, en Campoo de Enmedio, cuando se vio sorprendido por la presencia de un oso de unos 4 metros, que le mordió en el brazo, provocándole una rotura y desgarro.
En el ataque, el oso le lanzó un zarpazo, aunque, afortunadamente, apenas le rozó. Según el testimonio del propio Eduardo, el ejemplar salió huyó del lugar.
Los expertos reconocen que la población de osos pardos ha crecido en los últimos años en la cordillera cantábrica y eso ha producido también una mayor dispersión del área geográfica en el que se mueven. Los últimos datos facilitados por los organismos encargados del control de la especie en la Cordillera Cantábrica apuntan a que hay unos 200 ejemplares en este espacio.
El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, asegura que los osos "no se ceban" y que, incluso, si perciben la presencia humana, evitan encontrarse con los hombres, aunque si se ven amenazados y hay una fuerte proximidad, reaccionan con miedo y agresividad para zafarse de su presencia.
Fermín Mier
Formado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona, soy el director de Contenidos...