El Supremo condena a 10 años de cárcel a un preso de Can Brians que atacó con cuchillas de afeitar a 8 funcionarios
En Enero de 2007, un interno de origen árabe preparó una agresión contra los funcionarios que prestaban servicio en el módulo en el que estaba ingresado.
Madrid
El reo permanecía en prisión por varias sentencias y quería que se le cambiara de celda. Se presenta en la oficina de funcionarios que existe en el módulo y exige el cambio. Los funcionarios le responden que para ese trámite existe una solicitud que debe cumplimentar de manera oficial.
Pero esa espera burocrática parece que modificó su personalidad por lo que decidió vengarse. Armado con cuchillas de afeitar que había adherido anteriormente a los dedos de sus manos, golpea la puerta de entrada de la oficina de los funcionarios, penetra en la estancia y se lía a puñetazos con los agentes de prisiones.
Cada golpe era un extenso corte en las caras o extremidades de sus víctimas. Alguna de las heridas de las que fueron intervenidos los funcionarios tenía una longitud de 14 centímetros.
Sus dos primeras víctimas no lograron quitárselo de encima por lo que huyeron de la estancia en dirección a la lavandería del centro penitenciario. Entre tanto, la pérdida de sangre por los cortes comenzaba a ser preocupante.
Cortes tan profundos que determinados trabajadores han llegado a estar de baja 222 días. En total, 8 empleados resultaron heridos hasta que se logró la inmovilización del atacante.
Por todos estos hechos, el Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que impuso al responsable de estos hechos 10 años de prisión por los delitos de atentado contra la autoridad y lesiones.
Varias de sus víctimas siguen 8 años después bajo tratamiento médico porque sufren estrés postraumático.