Carpetazo a las compatibilidades de los diputados
PP y CiU zanjan el caso Conde porque el Congreso "no es la Inquisición" ni investiga los negocios privados de los parlamentarios
Madrid
La noticia está en que haya habido debate, que el pleno del Congreso discutiera sobre el negocio privado de un diputado, porque lo normal en las Cortes es que cuando un parlamentario quiere cobrar por otras actividades se lo permita a puerta cerrada una comisión y luego el pleno lo apruebe sin debates ni preguntas. La polémica hizo que esta vez los diputados se entretuvieran con el caso de Agustín Conde, diputado del PP que no declaró todas sus actividades. PP y CiU han defendido el procedimiento por el que, finamente, el Congreso da el asunto por cerrado.
"Esto no es el tribunal de la inquisición", decía el convergente Pere Macías. "No somos la policía", añadía el popular Aurelio Romero, que preside la comisión del Estatuto de los Diputados y que ha atribuido las críticas del PSOE al "extremismo" de Pedro Sánchez. En realidad, los que votarán en contra del dictamen que zanja el caso Conde no serán sólo los socialistas. El grupo mixto ha anunciado su rechazo y el diputado Nuet, de la Izquierda Plural, ha lamentado que el Congreso no tenga manera de comprobar si lo que declara un diputado es verdadero o falso. Upyd no ha intervenido.
Por el PSOE, Gabriel Echávarri se ha quejado de que el Congreso no tenga instrumentos para investigar si un diputado cumple o no con el régimen de incompatibilidades. Le ha respondido el PP que, en diez legislaturas que van ya de sistema democrático, los socialistas no hayan encontrado antes un momento para presentar la queja.