Asturias no sabe pactar

Oviedo

La temida fragmentación política provocada por la irrupción de los partidos emergentes en el escenario posterior al 24M está a punto de revelarse como el mejor aliado de los partidos de la derecha en los dos ayuntamientos más importantes del Principado de Asturias: Oviedo y Gijón.

Muy al contrario de la impresión que alimentaba el escrutinio del voto en la misma noche electoral, el Partido Popular ya acaricia la idea de conservar su feudo ovetense –donde gobierna desde hace 24 años- y Foro Asturias comienza a ver como una posibilidad real mantenerse un segundo mandato al frente del consistorio gijonés. En ambos casos, una alianza que implicara al PSOE, IU y las candidaturas de unidad popular impulsadas por Podemos, podría privar a los respectivos alcaldes conservadores del bastón de mando, pero las desavenencias entre los socialistas y el partido morado pueden dejar esa posibilidad en una simple expectativa frustrada.

En Gijón, el socialista José María Pérez, se perfilaba hace dos semanas como el posible relevo para la forista Carmen Moriyón siempre que contase con el voto del resto de partidos de la izquierda. La posibilidad de una alianza que parecía lógica se ha ido diluyendo a medida que Xixón sí Puede –la marca local de Podemos- endurecía su discurso y retrataba a Pérez como un político señalado por la mácula de la corrupción por su papel como consejero del puerto de El Musel, cuyas obras de ampliación han dado pie a una investigación de la UE y un procedimiento judicial por supuestas irregularidades. Podría ser una prevención excesiva o estar justificada, pero lo cierto es que el candidato socialista ni siquiera está imputado. Aún así los de Podemos han dejado ver que a este candidato socialista, no lo quieren como alcalde. Y quizá a otro, tampoco.

Lo cierto es que lo que finalmente pase en Gijón, va a condicionar de forma determinante la conformación, a 30 kilómetros de distancia, del gobierno de la capital asturiana: Oviedo. En este caso es la candidatura vinculada a Podemos (Somos Oviedo) la que precisa de los votos socialistas para convertir en alcaldesa a su candidata, Ana Taboada. Y aunque las posiciones de las fuerzas de la izquierda están muy próximas en este ayuntamiento, la dirección regional del PSOE está dispuesta a responder con la misma moneda al desaire que se barrunta en Gijón. Los concejales ovetenses serán disciplinados, y en función de lo que pase en la ciudad vecina acatarán las órdenes del aparato del partido. Tendrán tiempo suficiente para saber qué deben votar: el pleno de Oviedo se ha retrasado hasta las 19:00 de la tarde del sábado; una hora después de que arranque la sesión constituyente en la casa consistorial gijonesa. No cuesta imaginarse al actual alcalde y candidato del PP, Agustín Iglesias Caunedo, sonriendo mientras espera que caiga la fruta madura.

En un par de semanas, y ya con las especulaciones municipales transformadas en realidades, habrá que resolver la conformación del gobierno regional, a priori con menos incertidumbre. El socialista Javier Fernández, optará a la reelección como el candidato más votado pero con un apoyo parlamentario muy lejano de la mayoría absoluta, lo que le obligará a aguardar a la segunda vuelta. A día de hoy no se vislumbra ninguna alianza que pueda privarle de la investidura, pero igual de improbable es un pacto que le garantice tranquilidad por cuatro años. El imprescindible apoyo de Podemos es una quimera y así las cosas, a Fernández sólo le quedará recurrir a la célebre geometría variable para buscar acuerdos puntuales a su izquierda o a su derecha según el caso. Pero eso ya es otra historia.