Podemos facilita el gobierno de Gijón al partido de Álvarez Cascos

Gijón

Era el guion previsto a tenor de cómo se habían desarrollado las negociaciones entre PSOE, Xixón Si Puede e Izquierda Unida. La falta de acuerdo entre los partidos de la izquierda posibilitó la continuidad de Carmen Moriyón como alcaldesa de Gijón. El Partido Socialista presentó candidatura, también la marca local de Podemos mientras Izquierda Unida optó por la abstención. La mujer fuerte del partido de Álvarez Cascos encara un mandato con ocho concejales de 27 algo que le obligará a buscar acuerdos con la oposición.

En su discurso, sabedora de la situación, apeló al diálogo y recogió la mano tendida por los socialistas apuntando que “no nos importa de dónde procedan las propuestas. Si hacemos política de trincheras no progresará la ciudad” a lo que sumó estar dispuesta a “asumir planteamientos distintos a los nuestros siempre y cuando beneficien a Gijón”.

Carmen Moriyón siempre ha reivindicado las similitudes con la marca blanca de Podemos y Ciudadanos y recordó que el empleo y las políticas sociales serán dos de sus banderas a lo largo del mandato. También referencias al Plan General de Ordenación de Gijón, anulado definitivamente por el Tribunal Supremo dos días antes de la cita electoral. “No podemos volver a la casilla de salida. Tenemos que hacer un plan que sea de toda la Corporación”.

En la bancada de la izquierda hubo tiempo para los reproches en los discursos de sus portavoces. El candidato de Xixón Si Puede denunció “presiones y chantajes durante toda la negociación. Han querido cambiar nuestros votos por sillones y hemos resistido el envite. Estamos orgullosos aunque seguirán intentando destruirnos”. Del Fueyo recordó que “no somos políticos profesionales ni tampoco perroflautas. Somos gente común”.

Desde el PSOE su candidato José María Pérez pidió reflexión a las partes tras el resultado mirando “con cierta envidia lo que ha sucedido en otras partes de España como Madrid, Barcelona, Valladolid o Zaragoza. Tendremos que pensar sobre la capacidad de flexibilidad que tenemos para llegar a acuerdos”. También se refirió a los puestos. “No puedo aceptar ser alcalde a cualquier precio porque supone entrar en el juego de la más rancia política”, en alusión a Podemos.

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El segundo en tomar la palabra fue el portavoz de Izquierda Unida. Aurelio Martín no dudó en señalar que la ciudadanía envió un mensaje en las urnas. “Nos han invitado a tejer acuerdos, a dialogar, a hablar”. Sobre el pacto roto dijo que “propusimos una alcaldía rotatoria y no fue posible. Ha sido un error y a los ciudadanos no les va a preocupar quien tiene más culpa. Esto nos va a afectar a todos”, sentenció.