El Banco Central Europeo (BCE) mueve ficha y da luz verde a una inyección de liquidez a la banca griega para hacer frente a la masiva fuga de depósitos registrada en los últimos días. El consejo de gobierno de la institución monetaria se ha reunido este mediodía de forma extraordinaria después de que el Banco de Grecia solicitase una provisión adicional de más de 3.000 millones de euros. Frankfurt ha decidio extender el cheque, pero por poco tiempo. La línea de ayuda se amplía, pero solo cubriría la crítica situación de la banca griega hasta el lunes, cuando no se descarta que el BCE celebre otra teleconferencia extraordinaria. La decisión se ha tomado después de que en las últimas horas se extendiese el temor de que las entidades financieras no pudiesen abrir el lunes en el país heleno. En lo que va de semana, la fuga de depósitos se cifra en más de 4.000 millones de euros. El país heleno está monopolizando las declaraciones de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea a la entrada del encuentro que mantienen en Bruselas. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, se ha mostrado muy preocupado por la marcha de las negociaciones con Grecia tras el fracaso de la reunión del Eurogrupo este jueves. No obstante y ante la posibilidad de una quiebra de Grecia, de Guindos está convencido de que España no necesitaría ningún plan de contingencia porque «no hay riesgo de contagio como ocurría hace tres o cuatro años». Una decisión que contrasta con los movimientos de otros países como Reino Unido, Holanda o Alemania. Reino Unido cuenta con un plan de contingencia si Grecia sale del euro. Lo ha dicho el ministro de finanzas, George Osborne, a su llegada a la reunión del ECOFIN. «Queremos lo mejor pero hay que preparase para lo peor y hemos tomado medidas para incrementar nuestra seguridad económica para afrontar estos riesgos del exterior y solucionarlos». Alemania y Holanda también están en conversaciones con el Banco Central Europeo, según informa Griselda Pastor.