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ENTREVISTA

Los pequeños grandes detalles de Megan Montaner

La protagonista de 'Sin identidad' da el salto a la ficción italiana

Megan Montaner posa antes de la entrevista / ATRESMEDIA

Madrid

"Mi madre lo es todo. Es sangre de mi sangre, la que me ha enseñado qué es la vida y los valores". Megan Montaner no da abasto para hablar de su madre. Es tanto lo que quiere decir de ella que no puede verbalizar todo lo que fluye por su mente.

Es el cumpleaños de su madre cuando ella realiza esta entrevista. Está de paso por Madrid, para promocionar la última parte de la temporada de la serie que protagoniza en Antena 3, 'Sin identidad'. La audiencia no está siendo buena, menos de 2,2 millones (12%) ha marcado el episodio de esta semana. "La audiencia nunca se sabe cómo va a reaccionar", reflexiona Megan, "Está 'La voz', está 'Águila Roja', también es cierto que ha habido un espacio demasiado grande de separación entre la primera y la segunda temporada… Sin embargo, las críticas son muy buenas. Nunca sabes qué es lo que falla, cuál es el problema de que haya bajado en audiencia… ", afirma con un tono de cierta tristeza.

No es tan fácil que el desaliento oscurezca el gesto de esta actriz de 27 años. Por eso, rápidamente se viene arriba: "Yo estoy más que satisfecha con este producto que hay. La gente que lo ve, los compañeros de profesión, valoran que enganche y que esté bien hecha", sentencia sobre 'Sin identidad' en una frase cargada de razón.

A nivel personal, es complicado para una chica tan familiar como ella andar en mil sitios a la vez. Se ve a los seres queridos menos de lo que se desearía, pero ella es sabedora de que la distancia no aparta a nadie de su lado; cuando hay una relación verdadera no hay lejanía que valga: "Uno de mis valores es mi familia", confiesa.

En estos momentos, Megan está trabajando en Italia, país en la que es una auténtica celebridad gracias a su trabajo en 'El secreto de Puente Viejo' y en 'Sin identidad', dos series que se están emitiendo con éxito en el país transalpino. Ello le ha valido la oferta de formar parte del plantel protagonista de una serie que rueda desde abril: "No había tocado nunca el italiano. No me van a doblar… en principio", bromea, "Estoy intentando hacerlo lo mejor que puedo. No es necesario que haga un acento perfecto porque mi personaje no es italiano".

Megan, siempre sonriente ante la prensa

Megan, siempre sonriente ante la prensa / ATRESMEDIA

Esté en Italia, en Madrid o en su Huesca natal, Megan sigue presumiendo de madre… pese a que, de vez en cuando, se produzcan las más que comprensibles fricciones entre progenitora e hija: "A día de hoy tiene cosas que me siguen sacando de quicio. Una madre es lo mejor, pero a la vez también lo peor, depende en qué momentos, pero porque solamente quiere tu bien".

"Mi madre está contenta y feliz de todo lo que me está pasando", afirma, "Está pendiente de mí, de que esté tranquila; de que mi vida tenga valores y que no sea un cachondeo. Tanto mi madre, como mi padre, mi hermano… Mi familia está muy pendiente de mí y, al final, es lo que siempre va a estar ahí". Se pone seria Megan al hablar de su familia, se percibe orgullo de quien siente que no podría haber llegado hasta donde está sin lo que su familia le ha enseñado y aportado.

Y donde está Megan ahora, en un dulce momento de trabajo con su valoración como actriz creciendo en la industria considerablemente, no le impide darse cuenta de que los pequeño detalles que de verdad se cuidan son los que constituyen los grandes avances; que es más fácil crecer como profesional si uno intenta primero crecer como persona: "Hace ya años, estuve en Mozambique y aluciné con la cercanía que tenía allí la gente. Sus valores reales eran la familia, el estar ahí… No importaba tanto lo que hemos construido, ese monstruo que hemos construido de riquezas y superficialidad. Cuando estás en un lugar en el que no hay nada más que estos valores, te das cuenta y empiezas a valorar cosas que quizá has descuidado."

Son sus valores, esas pequeñas grandezas como la familia y una sonrisa de un ser querido. Son sus prioridades: "Los valores no se pueden coger y decir en general. Cada uno de nosotros tenemos nuestras prioridades sobre qué es la vida."; y, muy probablemente, sean esas prioridades lo que después dibujen nuestro destino.

Antes de finalizar el año le queda aún grabar una película y algún proyecto más que tiene sobre la mesa. Sobre la evolución en su carrera afirma sosegada: "Puede que esté siendo grande, pero tampoco me lo planteo. Veo que estoy trabajando y que las cosas van bien". Tiene claro que ningún género ha de mirar por encima del hombro a otro: "Me encanta la tele. Jamás renunciaré a la tele porque me encanta el lio que hay montado, la rapidez, el caos…".

Su espinita clavada como actriz, las tablas del teatro. La adrenalina del directo y del arte supremo de la interpretación para una chica de carácter y valiente para asumir retos: "¡Ay! el caos del teatro es el que tengo que averiguar… [se lamenta]. Lo tengo ahí… Espero poder llegar a hacerlo. De hecho, tenía una obra de teatro para la que, finalmente, no ha sido posible encajar fechas".

¿Y qué le pide la protagonista de 'Sin identidad' al futuro? Aparentemente, no mucho, nada del otro mundo que dirían los más ambiciosos: "Espero estar feliz, estar rodeada de la gente que quiero…Tener una estabilidad económica, profesional y personalmente. Tampoco quiero ser la reina del mambo, ni mucho menos. Quiero trabajar en lo que me gusta, tener a la persona que quiero cerca de mí y que mi familia esté bien". Realmente lo espera todo. Pequeños detalles que configuran la grandeza de su carácter.

ALFONSO SEGURA (PROMOCIONALES)

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