Los taxistas de Francia bloquean los aeropuertos y accesos a las principales ciudades

París

Miles de taxis bloquean esta mañana los accesos a las grandes ciudades y a sus estaciones ferroviarias. La protesta contra lo que consideran una “competencia desleal” de Uber se ha convertido en una huelga salvaje, con incidentes violentos protagonizados por los taxistas.

Neumáticos ardiendo en las autopistas de acceso a la capital francesa, coches de Uber-Pop volcados, conductores de este servicio de automóvil compartido agredidos. Estas son imágenes que transmiten este jueves las televisiones y los internautas. Los dos principales aeropuertos de París, Roissy-Charles-de-Gaulle y Orly , están bloqueados desde las seis de la mañana además de los accesos por carretera a la ciudad y a las principales estaciones de tren. Los franceses se preguntan dónde está la policía y sus gobernantes que permiten a un sector de servicios mantener secuestrada a la población y su actividad económica durante horas. Y no es la primera vez.

La protesta masiva de los taxistas no se queda ahí, en Niza, Lille, Toulouse, Marsella y Burdeos ir al centro de las ciudades es inalcanzable con automóvil. Lo que pretende ser una manifestación contra lo que consideran una competencia feroz y desleal de Uber-Pop ha derivado en huelga violenta.

En Francia una ley de 2014 enmarca y restringe enormemente la actividad de los “servicios de transporte o turismo con conductor”, prohibiendo ejercerlos a quien no está registrado como taxista o chofer. Pero Uber-Pop sólo pone en contacto a conductores privados entre sí, algo muy parecido a un sistema que existe desde hace años (Blablacar, firma francesa) para medias y largas distancias y que es legal.

Montones de sentencias han prohibido la actividad de Uber-Pop, pero la sociedad estadounidense ha recurrido al Tribunal Constitucional que decidirá en septiembre si el sistema es finalmente legal o no.

Mientras tanto, los conductores de Uber-Pop, pese al riesgo de tener que pagar condenas de 15.000 euros y de ser agredidos por los taxistas siguen trabajando. Los franceses se sienten cada vez más convencidos de las ventajas de Uber-pop. Según la sociedad americana tienen ya un millón de clientes.

Y es que, pese a haber ganado muchas ventajas con la ley, los taxistas siguen demostrando poca flexibilidad. Hasta ahora se oponen a un precio fijo para ir a los aeropuertos y exigen más de 15 euros antes de la bajada de bandera, aunque se les haya realizado el encargo el día anterior. Pese a que dicen pasar pruebas exigentes, muchas veces no conocen destinos tan relevantes como la Asamblea Nacional el Ministerio de Finanzas en París. En cambio, para ejercer como chófer de un “turismo” a los conductores se les exige una formación de 250 horas.

Los violentos incidentes de hoy se suman a los ocurridos en los últimos días, cuando taxistas en Lyon y Lille han secuestrado a los conductores de Uber, en algún caso han apaleado a los clientes, dejándoles gravemente heridos.