Manual de crisis en Grecia: capítulo para sobrevivir a un ‘pseudocorralito’

Atenas

Anoche el gobierno fue parco en detalles de los planes para los próximos días, y hasta el decreto de ultimísima hora, todo eran especulaciones. Ahora ya saben que sus bancos estarán cerrados toda la semana, y que los cajeros les darán sólo 60 euros por día.

El problema es que primero tienen que tener billetes que dispensar, y ese era el problema ya desde el domingo, que vemos este lunes sucursal por sucursal. A partir de mediodía se supone que volverán a estar operativos, y que los pagos electrónicos no tienen ninguna limitación.

Tampoco pueden sacar capitales del país, algo que puede no afectar a los más pobres, pero si a quienes llevan desde el principio de la crisis en 2011 llevándose su dinero fuera. Por cierto que, aún sin estar en el euro, varios países de la zona tienen su sistema bancario muy conectado con el griego (Bulgaria, Macedonia, Chipre -que si está en el Euro-) y las autoridades de todos ellos intentan coordinar con Atenas la situación.

Entre las medidas adoptadas para paliar los efectos de la limitación bancaria -los depósitos están garantizados- está la de hacer gratuito el transporte público. En el Metro de Atenas confirman que esperan a mediodía el decreto con todos los detalles, pero que en efecto su red y la de autobuses y tranvías será gratuita toda la semana.

El gobierno tiene un respaldo popular amplio, a falta de alguna encuesta de emergencia que interprete el sentir de la gente este lunes, pero son conscientes de que las imágenes de gente haciendo cola en cajeros y gasolineras no son muy edificantes. Así que otra medida anunciada es la de seleccionar una serie de sucursales en las que los jubilados puedan sacar sus pensiones sin restricción alguna. También se ha anunciado que los pagos pendientes al fisco se podrán retrasar sin que ello implique una multa o tasa de intereses.

Incluso anoche el gobierno anunció que la limitación en la retirada de dinero efectivo no afecta a las tarjetas de bancos extranjeros. Una medida pensada para no meter de lleno en su crisis a los miles de turistas que en pleno verano inundan las islas griegas. El problema es que, con o sin limitación, mientras no haya efectivo, da un poco igual en qué idioma esté escrita la tarjeta de crédito.