Tres familias reclaman que sus hijos con síndrome de down no vayan a educación especial
La Consejería de Educación de Castilla La Mancha revisará uno de los casos
Madrid
Javier, de 14 años, ha terminado la primaria este año. El próximo curso debería comenzar el instituto con el resto de sus compañeros en Cuenca, pero lo han derivado a un centro de educación especial, en contra del deseo de su familia. "Yo quiero igualdad para mi hijo, que le den la oportunidad de intentarlo", dice Mari Luz Segura, su madre.
La Consejería de Educación de Castilla-La Mancha ha confirmado a la SER que revisará el caso. La consejera, Reyes Estévez, ha llamado por teléfono a la madre para asegurárselo. "Dice que como madre me apoyaba y que siguiera adelante por los derechos de mi hijo".
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Según Segura, el argumento se basaba en el dictamen que el colegio emitió sobre su hijo, que tiene síndrome de down, en el que se decía que las adaptaciones que requiere Javier para poder seguir en un centro ordinario son muchas. Puso un recurso de alzada que le desestimaron esta misma semana, según ella. Pide que a su hijo no se le saque de su entorno, que se le permita ir al instituto con el resto de sus compañeros y que sea allí donde le pongan los apoyos que necesite. Entre otras cosas, la madre señala que eso le permitiría ir y volver solo, algo que piensa que le vendría bien para fomentar su independencia. "Yo soy la primera que, si en el instituto me dicen que mi hijo no avanza más, tengo los pies en el suelo y si hay que dar marcha atrás, se da, pero intentarlo".
En La Rioja hay otros dos casos como este, pero la Consejería de Educación de La Rioja se ha ratificado en la decisión de que ambos niños, también con síndrome de down, hagan educación especial el próximo curso. José Félix Téllez es el padre de uno de ellos. Su hijo va a cumplir 10 años y debería empezar cuarto de primaria el año próximo. Siempre ha estado escolarizado en el mismo centro y durante un curso tuvo apoyos, pero no en los últimos, según su padre. "El niño no ha seguido avanzando. La consecuencia ha sido que la Consejería, con el informe que haya presentado el colegio, nos lo manda a especial". Téllez quiere que su hijo siga en un centro ordinario con los apoyos necesarios. "Lo único que quiero es decidir yo, es que están decidiendo por mí".
El consejero de Educación, Abel Bayo, defiende que la decisión no se ha tomado a la ligera y añade que no es irreversible. "Siempre es revisable, la observación es permanente y voy a estar personalmente sobre los casos para ver cuál es la evolución". Bayo asegura que en el futuro volverá a reunirse con los expertos y valorarán la posibilidad de que estos niños dejen la educación especial. Señala que en La Rioja hay 692 alumnos con discapacidad intelectual escolarizados en centros ordinarios.