Bruselas investiga a Disneyland París por inflar los precios a turistas extranjeros
La Comisión Europea señala al parque temático por recibir denuncias de turistas británicos y alemanes que alegan pagar más que los franceses por los mismos paquetes vacacionales
Bruselas
La Comisión Europea ha instado a Francia a investigar si Disneyland París está manipulando los precios de sus paquetes vacacionales, en función de la nacionalidad o lugar de residencia del cliente. Desde Bruselas señalan que, en algunos casos, por el mismo paquete Premium, los consumidores franceses solo pagan 1.346 euros, mientras que los visitantes británicos pagan hasta 1.870 euros, frente a los 2.447 euros que pagan los turistas alemanes por la misma ‘oferta’. Algunos usuarios incluso han denunciado que esto también se produce al comprar la entrada en la propia taquilla del parque temático.
A priori, esto no sería un incumplimiento de la legislación comunitaria siempre que esté debidamente justificada. “No son las tarifas propiamente dichas ni una diferencia de precios lo problemático sino el hecho de la ausencia de una justificación objetiva que no permite a los consumidores disfrutar plenamente del mercado interior”, ha explicado Lucia Caudet, portavoz de la Comisión Europea que desde ayer investiga al parque temático.
La propia página web del parque temático avisa al realizar las reservas de la adaptación de las tarifas según los periodos vacacionales de los diferentes países. Una política de precios que puede no ser ilegal, aunque el ejecutivo comunitario explica que no es seguida por otros parques temáticos competidores europeos.
El diario británico Financial Times apunta que los precios pueden variar bajo el marco de la Unión Europea siempre y cuando existan razones objetivas, como las diferentes condiciones de cada mercado o las fluctuaciones de la demanda dependiendo del periodo estacional o vacacional. Disneyland París se escuda en estas excepciones para alegar que sus ofertas para imponer precios se basan en el número de reservas y la época vacacional.
Pero Mickey Mouse no es el único que está siendo investigado por la Comisión Europea por manipular los precios. Según apunta el mismo diario, la represión de Bruselas también apunta directamente a Amazon, a hoteleros españoles e incluso al sistema de baños públicos de Venecia por infringir las reglas del “mercado común”.