El calvario de David Ferrer

David Ferrer tampoco volverá a las pistas en Montreal. Este miércoles lo hacía público, a través de su cuenta oficial en Twitter: el alicantino no está recuperado de la lesión que sufre en el codo derecho y que le ha impedido disputar la última edición de Wimbledon y el ATP 500 de Hamburgo. Por tanto, el pupilo de Francisco Fogués no estará en el primer Masters 1000 veraniego, un torneo, el disputado en Canadá, donde el año pasado firmó la ronda de cuartos de final.

El inicio del mes de junio despertaba, como siempre en el calendario tenístico, en el ecuador de Roland Garros. con Djokovic intentando asaltar el último major que le faltaba -y le falta- en el palmarés, Nadal buscando un décimo cetro en París y un David Ferrer que destrozaba a Marin Cilic, vigente campeón del Abierto de los Estados Unidos, en los octavos de final. Pocos podían imaginar que esa iba a ser, hasta la fecha, la última victoria del tenista de Jávea.

A la derrota ante Andy Murray en los cuartos de final de Roland Garros le siguió una tempranera caída en Nottingham. En su primer partido, Ferrer era despachado con facilidad por Marcos Baghdatis. No saltaron las alarmas puesto que el chipriota es todo un especialista en césped y el alicantino llegaba a la temporada de hierba tras una temporada cargada de partidos. Sin embargo, David tuvo que parar. El dolor en su codo derecho le obligó a ello y desde ese encuentro cercano a los bosques de Sherwood, no hemos vuelto a ver al Muro de Jávea en una pista de tenis.

Ferrer, que estaba entre los cinco mejores tenistas del año antes de iniciarse Roland Garros, ocupa ahora la octava plaza en la Carrera de Campeones. Tiene una renta de más de 1000 puntos respecto al noveno clasificado, Richard Gasquet, pero tanto el galo como sus perseguidores podrían aproximarse a las cifras que hoy en día tiene David. En el ránking ATP, el alicantino es el séptimo clasificado pero teniendo en cuenta que defiende la final de Cincinnati dentro de una semana, tenistas como Marin Cilic o Rafael Nadal podrían adelantarle. El reloj sigue corriendo y David Ferrer sigue sin poder hacer lo que más le gusta: luchar en una pista de tenis. De momento, tocará seguir viviendo en el calvario.