¿Qué hubiera pasado si la bomba atómica hubiera caído en tu ciudad?
Madrid, Barcelona o Valencia quedarían completamente destrozadas si fueran objetivo de una bomba atómica similar a la que cayó hace 70 años sobre la ciudad de Hiroshima
Madrid
Una cantidad de 12,5 kilotones de uranio formaba la bomba atómica, denominada ‘Little Boy', que explotó a 580 metros del suelo de Hiroshima y provocó más de 140.000 muertos, la mayor masacre militar de la historia. La explosión generó una bola de fuego de 28 metros de diámetro y alcanzó una temperatura de 300.000 grados. La onda expansiva generó vientos de más de 800 kilómetros por hora, y provocó que todos los edificios en un radio de 16 kilómetros cuadrados (Km2) quedaran totalmente destruidos.
70 años después de la masacre perpetrada por el ejército de Estados Unidos se puede comprobar el daño que hubiera causado la explosión de una bomba de tal calibre en otras grandes ciudades del mundo. Mediante la combinación de datos correspondientes a la geolocalización, el radio de exposición de la explosión de 1945 y el número de habitantes, se puede cuantificar el calibre de la catástrofe en otros lugares.
A través de dos aplicaciones que alberga por un lado PRI The World, en la que simula la detonación de la bomba de Hiroshima sobre una determinada zona y cuantifica el radio de los daños que causaría, y por otro Nukemap, un simulador que permite elegir entre más de una treintena de bombas atómicas –en la actualidad existen 15.695 repartidas por todo el mundo. El 93% en manos de EE UU y Rusia– que van de menor a mayor en función de su poder de destrucción.
Si ‘Littler Boy’ hubiera caído sobre la Puerta del Sol de Madrid la aplicación cuantifica que habría causado un total de 154.775 muertos y más de 327.000 heridos quedarían afectados por la radiación nuclear producida por la detonación nuclear, teniendo en cuenta el número de habitantes actual. La cifra de fallecidos aumenta en función de la cantidad de kilotones que posea la ojiva. La bomba más mortífera está en manos de Rusia, la denominada bomba del Zar con 100 mega tones, lo que equivaldría a 1.500 Hiroshima, y tendría un diámetro de destrucción de más de 73,7 kilómetros (17.080 km2).
La destrucción en Barcelona sería muy similar a la de Madrid. Se generaría una enorme bola de fuego que dejaría más de 146.000 muertos y 271.000 heridos a su paso.
En la tercera ciudad de España, Valencia, el núcleo de la explosión crearía un enorme núcleo de llamas y de temperaturas por encima de los 300.000 grados. Esta atmósfera daría lugar a la muerte inmediata de las personas que se encontraran en ella. Desde el kilómetro cero de la explosión el radio de exposición térmica y radioactiva se extendería hasta alcanzar los 11,4 km2.
Ambas aplicaciones explican que el factor climatológico y orográfico no se tiene en cuenta a la hora de multiplicar los daños que causarían la explosión de una bomba sobre el territorio especificado. Por ejemplo el viento sería un factor muy importante a tener en cuenta, ya que este podría ampliar o reducir el radio de radiación y lluvia acida.
Nukemap también permite diferenciar entre una explosión en el aire, a unos metros del suelo, o si la bomba explotara al entrar en contacto con la superficie. La segunda opción provocaría unos daños muchos mayores al radiar de forma directa la superficie. Por ejemplo, la bomba que estalló sobre Hiroshima no entró en contacto con el suelo, lo que evitó multiplicar por diez la catastrofe.
Estas simulaciones pretenden concienciar sobre los peligros de vivir en un mundo atómicamente militarizado y de los daños que provocaría la detonación de cualquiera de las 15.695 ojivas nucleares que existen en la actualidad.