El secreto del éxito de los festivales de verano en España
En España los festivales se han hecho un hueco y muchos de ellos se han convertido en un referente internacional. Al compartir gastos permiten un precio más asequible que engancha sobre todo al público joven
Uno de los festivales más emblemáticos del verano, Sonorama (Aranda de Duero) / Paco Santamaría (EFE)
Madrid
Es la nueva forma de entender y vivir la música que triunfa en nuestro país después del giro que ha dado el negocio musical. Las nuevas generaciones compran menos discos y van más a conciertos, tal y como explica el experto Juanpe Holguera.
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Por todo el territorio nacional se han multiplicado los festivales y España está en la hoja de ruta internacional con citas tan importantes como el FIB de Benicàssim, el Sonorama de Aranda del Duero o el Sónar de Barcelona. Además se han puesto de moda entre el público joven que opta por esta fórmula para pasar las vacaciones de verano.
Lichis, en solitario después de la Cabra Mecánica y en plena gira de festivales, insiste en las ventajas: Permite abaratar los precios. Los conciertos de un artista en solitario son bastante caros para cubrir gastos. El alquiler de un teatro, la logística, el montaje o la producción disparan los costes que en el caso de un festival se reparten y eso permite que sea más accesible, pero también tiene inconveniente para el artista: " aunque garantiza una asistencia de público, la calidad del espectáculo es un poco menor, porque no hay tanto tiempo para ensayar o probar, lo que se compensa con la conexión y el ambiente que se crea con la gente".
¿Burbuja, como el ladrillo?
En España hay muchos festivales y muy buenos, pero igual hay que plantearse que no hay espacio para todos. En los últimos tiempos ha pasado como en la construcción con la fiebre del ladrillo.
El FIB de Benicassim, otra cita imprescindible para amantes de la música. / Domenech Castelló
Se ha disparado este tipo de espectáculos que concentra normalmente al aire libre a cientos de miles de personas y hay gente, explica Holguera que "con buena intención y poca experiencia ha montado algunos que no han salido tan bien. De momento, la mayoría funciona y el tiempo determinará que festivales sobreviven. "No sé si estamos en la punta del iceberg de los festivales de verano o si estamos ya en la pendiente de caída. Como en todo ha habido un auge y de aquí en adelante quedarán los mejores".
