El chavito de rojo
El joven colombiano de Orica GreenEDGE no entraba en las apuestas y es el actual líder de La Vuelta
Esteban Chaves en el podio con el maillot rojo de La Vuelta. / JON NAZCA (Reuters)
Así apodan al actual líder de la ronda española, quien guarda un gran parecido con su compatriota Nairo Quintana. Esteban Chaves nació el mismo invierno de 1990 a unos 135 kilómetros de donde lo hizo el jefe de filas de Movistar. Coincidieron durante la temporada 2011 en un equipo de la tierra. Ambos escaladores, han venido a por La Vuelta y un mismo sueño, el Tour de Francia.
Sólo les separa un pequeño matiz, Nairo era el gran favorito en las casas de juego y Esteban Chaves ni figuraba. Ahora, enfundado en el maillot de líder, cambia la película. Por ejemplo, en Luckia se ha colocado octavo, pagándose a 31 a 1 en el momento de publicación de este artículo.
Este chico de 25 años se aficionó al ciclismo gracias a la pasión de su padre por Lucho Herrera. Chaves padre vibraba cada tarde de Tour con aquel ciclista que ganó la ronda española en 1987, cuando aún comenzaba en abril. Años más tarde, el pequeño Esteban ya emulaba al ídolo de su papá, El Jardinerito de Fusagasugá.
A los 17 años era componente de un humilde equipo de la categoría de aficionados, el Trek Bike House. Unos meses antes de entrar en la veintena de edad debutaría en profesionales con la escuadra Colombia Es Pasión, para luego recalar en las filas del Team Colombia, equipo que actualmente disputa por primera vez La Vuelta. En este conjunto llegaron las primeras alegrías, la general final del Tour del Porvenir 2011 y la etapa reina –meta en las Lagunas de Neila- de Vuelta a Burgos 2012, donde venció a los españoles Dani Moreno e Igor Antón y a su paisano Sergio Henao del potente Sky.
En 2013 su proyección se truncó por una lesión. Una rotura de clavícula en febrero se complicó durante varios meses afectando a su rendimiento. Finalmente, una operación en junio de este mismo año echaría por tierra sus esperanzas depositadas aquella temporada. Sin embargo, en octubre su actual equipo, y uno de los mejores del planeta, se fijó en las piernas de este pequeño escalador de algo más de metro sesenta centímetros.
El 2014 le vio cruzar la meta primero en dos ocasiones. La primera fue en el Tour de California. La otra la sufrieron, en la Vuelta a Suiza, uno de los guardianes de Alberto Contador, Roman Kreuziger, y quien haría top ten un mes después en el Tour de Francia, Bauke Mollema.
Este año es el segundo que viene a la gran carrera española. La pasada edición logró terminar en el puesto cuadragésimo primero. El salto de calidad es muy grande, ya van dos días como líder, aunque su corta experiencia en carreras de tres semanas de carrera puede pasarle factura. Lo que sí es que peleará con los grandes, la etapa con final en alto del domingo fue un aviso a tripulantes.
