Juncker pide a los Veintiocho que se centren en cumplir sus compromisos

Bruselas

Horas antes de la reunión entre Angela Merkel y François Hollande en Berlín, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, ha publicado un artículo en Le Figaro mezcla de impotencia y de reprimenda a los gobiernos europeos. “No necesitamos una nueva cumbre. Los Estados miembros deben adoptar las medidas europeas y aplicarlas en su territorio”, ha señalado el ex primer ministro luxemburgués ante nuevas peticiones de una nueva reunión europea al más alto nivel para abordar la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de la urgencia de la situación, también compartida por la Comisión Europea, llueve sobre mojado. Los ministros de Interior de los Veintiocho acordaron el 20 de julio el reparto de algo más de 32.000 refugiados hacinados en Grecia e Italia. Una cifra que no llegó a los 40.000 propuesta por el ejecutivo comunitario después de que los Estados Europeos rechazaran un sistema de cuotas obligatorias. A pesar de esto, el ejecutivo comunitario no ha cejado en su intento de lograr un sistema vinculante difícil de conseguir. Por el momento, el sistema de reparto de refugiados sirios y eritreos llegados a Grecia e Italia durará dos años y se celebrará un nuevo encuentro en diciembre de este año con el propósito de ampliar esta cifra. España acogerá a 1.300 personas, un tercio de lo propuesto inicialmente por Bruselas. Austria y Hungría se negaron en redondo a ningún tipo de contribución al considerar que los países de llegada no hacen lo suficiente en la identificación y posible retorno a los países de origen de estas personas.

Además, durante todo este mes tanto el ejecutivo comunitario como la agencia de vigilancia de fronteras (Frontex) han clamado en el desierto por el incumplimiento de lo acordado en el mes de abril, en una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno. Los Veintiocho llegaron a un acuerdo para reforzar las misiones Tritón y Poseidón que patrullan las costas italianas y griegas respectivamente. A pesar de haber triplicado el presupuesto de estas misiones, los medios suficientes en forma de personal, aviones y barcos no han llegado. Los gobiernos europeos incumplieron el plazo del 31 de julio y la misión Poseidón se encuentra desabastecido mientras los naufragios se suceden.

Juncker ha pedido a los Estados Europeos “valentía” para remar juntos en la misma dirección y la puesta en marcha de una lista común de países seguros que no estarían incluidos dentro de posibles demandantes de asilo que huyen de la persecución religiosa o política. “No devolveremos jamás a aquellos que necesitan protección. Estos principios están consagrados en las leyes y nuestros tratados, pero temo que estén cada vez más ausentes de nuestros corazones”, asegura en su artículo el presidente del ejecutivo comunitario