La Vuelta encara su etapa más dura
Los seis puertos de montaña son un continuo sube y baja con 5.000 metros de desnivel

Últimos dos kilómetros de la novena etapa de la Vuelta Ciclista a España / Javier Lizon (EFE)

Madrid
Tras una jornada de descanso, La Vuelta encara este miércoles en Andorra su jornada más dura con seis puertos de montaña en el país pirenaico: uno de categoría especial, cuatro de primera categoría y uno de segunda categoría.
Los corredores no tendrán descanso, ya que la etapa será un continuo sube y baja con más de 5.000 metros de desnivel y 138 de recorrido. El punto álgido de esta etapa reina serán los 56 kilómetros a los que los ciclistas tendrán que hacer frente únicamente cuesta arriba.
Abren fuego los 'primeras' Collada de Beixalis y Coll d'Ordino, situados a 9,8 y 32,3 km de la salida. El primero de ellos supone una ascensión de casi 7 kilómetros con tres de ellos por encima del 10% de desnivel y tramos de hasta el 14,2; y el segundo 10 kms más uniformes entre el 5 y el 8,5%.
Tras su descenso, pasarán el Coll d'Ordino (1ª), la mayor bajada de la etapa, de 26 kilómetros y con unos porcentajes no superiores al 9%, y posteriormente, el Coll de la Rabassa, de 14 km.
Los 12 kilómetros de la Collada de la Gallina, de categoría especial y con cuatro tramos entre el 11,7 y el 13% de desnivel, anuncian una segunda mitad de la jornada a la que el pelotón puede llegar completamente dinamitado. Su descenso llevará a los corredores al Alto de la Comella, de segunda categoría y el menos exigente del día. La etapa termina en Els Cortals d’Encamp.
Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) es el líder, con casi un minuto de ventaja sobre Purito Rodríguez (Katusha), uno de los diseñadores de esta etapa, "la más dura que se haya corrido nunca", como asegura el catalán.




