Bruselas justifica el cierre de la frontera alemana antes de una reunión conflictiva
La obligatoriedad del reparto de refugiados y la cifra de 120.000 dividen a los gobiernos de la UE

NIC02. Nickelsdorf (Hungary), 12/09/2015.- Refugees passing through Hungary approach the Austrian border, Hegyeshalom, Hungary, 12 September 2015. According to reports thousands of refugees fleeing violence and persecution in their own countries continue / HERBERT P OCZERET (EFE)

Bruselas
La presidencia de turno de la Unión Europea ha eliminado la obligatoriedad del reparto de refugiados del texto con el que desea terminar la reunión de los ministros del Interior este lunes en Bruselas pero a pesar del gesto, los gobiernos del este que integran el grupo de Visegrado siguen diciendo no.
La obligación de aceptar la distribución de personas con derecho al asilo es el problema principal que divide a los gobiernos UE desde que empezó el drama de las llegadas masivas de personas que huyen de la guerra de Siria. Los críticos exigen que el reparto sea voluntario y que por tanto, los gobiernos puedan decidir no solo el número de personas que aceptan sino incluso negarse a recibir a ningún refugiado.
Solo con estas bases, en julio se consiguió llegar a un acuerdo para repartir a quienes estaban desembarcando en Italia y en Grecia. Este lunes los gobiernos deben ratificar la decisión de julio y empezar a aplicarla enviando a sus equipos a los puntos de identificación creados por Roma y por Atenas para empezar una distribución que va a ser menor de la anunciada porque al ser voluntaria no se ha conseguido llegar a la cifra de 40.000, propuesta por Bruselas.
Por esto, la Comisión reclama que la distribución de quienes llegan con derecho al asilo sea, en situación de crisis humanitarias graves, obligatoria. El equipo Juncker ofrece, sin embargo, la alternativa: si algún país tiene "argumentos justificados" para no poder recibir a ningún refugiado cuando estalle una crisis humanitaria, puede pagar el 0,002 de su PIB para compensar los gastos al resto.
Esta propuesta supone otro grave problema en la negociación que los representantes permanentes han celebrado esta noche en Bruselas. La Comisión quiere que sea ya aplicable de manera inmediata. Y además que sea solo previa para la creación de un instrumento de tipo permanente que permita gestionar las llegadas masivas de personas con derecho al asilo en el futuro. Algo que tampoco prospera.
Como tampoco avanza la cifra de 120.000 personas que han de distribuirse en los dos próximos años. La propuesta realizada por Juncker es vista, si se acepta como un primer paso a la distribución obligatoria. O sea que los gobiernos críticos rechazan aceptar la, complicando una reunión de Ministros del Interior, marcada por la decisión de Alemania de cerrar sus fronteras y por las nuevas leyes que en Hungria pretenden convertir en delincuente al que entre sin papeles.
El cierre de fronteras anunciado en Berlín está justificado, según la Comisión que ha distribuido un comunicado para explicar que la canciller Merkel se lo ha comunicado al presidente Juncker y que a "primera vista" parece que responde a las normas del Tratado de la UE.
Una fórmula técnica para intentar evitar la polémica con quienes en su día aplaudieron que Alemania se abriera a los refugiados sirios y también con quienes protestaron por entender que el anuncio unilateral de Berlín iba a complicar la situación al resto. Un debate que el ministro alemán deberá mantener hoy con sus colegas en una reunión que puede ser muy tensa por la dureza con la que Hungria se enfrenta a las propuestas europeas.
Hasta hoy y en publico, la Comisión ha sido muy prudente con Orban argumentando que la llegada masiva de ciudadanos sirios que querían llegar hasta a Alemania representaba un auténtico problema de gestión en Hungria pero la previsión de penas de cárcel para quien entre de forma irregular en el país obliga a los ministros a definir si consideran que una legislación con este contenido es compatible con el derecho europeo.




