El PP da por hecho que Cospedal será diputada nacional

Madrid

Hace justo una semana, coincidiendo con la Diada, María Dolores de Cospedal mantuvo una reunión con los portavoces parlamentarios autonómicos del PP y ofreció su discurso en abierto para los medios de comunicación. Además, en estos días, se la ha visto en un acto en Sevilla, reunida con los suyos, haciendo campaña en Cataluña… Se multiplican los actos y las fotos. En el partido la ven “hiperactiva”.

El lunes pasado presidió también el Comité de Dirección del PP en lugar de Mariano Rajoy y horas después le acompañó al encuentro que mantuvo en el Congreso con sus diputados y senadores. Sus compañeros la vieron por allí, moviéndose por los despachos y pasillos, hasta tomándose el aperitivo con el presidente por un bar de la zona. Y más de uno dio por hecho que esa será su rutina a lo largo de la próxima legislatura.

En el Partido Popular están convencidos de que Cospedal entrará a formar parte de las listas por el Congreso. Es lo que comentan, con fuerza, entre bambalinas. Hay quien piensa que podría ir en la candidatura por Madrid. Pero en esa la número dos es Soraya Sáenz de Santamaría. Por ese motivo, otros dicen que lo suyo es que vaya por su tierra, o de número uno por Toledo o por Albacete. Consideran que es mejor que lo haga por la segunda. Para no hacer tanta sangre y desplazar a algunos de los hombres fuertes de la formación regional, como Agustín Conde o Arturo García Tizón.

Los que rodean a Cospedal no quieren entrar en futuribles. Dicen que ahora “no toca” hablar de este tema. Recuerdan que aún no se ha elegido ni siquiera al Comité de Campaña para las generales y lo dejan todo para después de las catalanas. En cualquier caso, explican que si este asunto se llega a abordar en algún momento, será ella quien lo trate directamente con Rajoy y se mantendrá bien en secreto.

La composición de las listas siempre ha desatado los nervios en las filas populares. Pero esta vez la situación se agrava porque saben que van a perder la mayoría absoluta y se tienen que repartir menos escaños. En el PP dan por hecho que habrá codazos por un puesto. Y en Génova auguran, además, pelea con los equipos regionales porque ahora los líderes territoriales, que perdieron en mayo, ya no pintan nada y no podrán organizar a su antojo.

Incluso hay quien prevé alguna batalla entre clanes. A todos los niveles porque cuentan que “los sorayos”, el equipo que rodea a Soraya Sáenz de Santamaría, ya se está moviendo para hacerse con las mejores posiciones.

Nadie quiere estar fuera del Parlamento. Primero, porque no saben lo que va a ocurrir en diciembre y puede ser el único puesto al que amarrarse. Y, segundo, porque sólo estando en el Congreso, se pueden jugar las cartas ante una posible sucesión de Rajoy.

No vuelve al Senado

Para algunos conservadores, está claro que Cospedal se mantiene a la espera. Muy pendiente del futuro del presidente. Hay quien da por seguro que si el PP sigue gobernando, él la hará ministra. Otros lo descartan porque piensan que su relación se ha resentido mucho tras las municipales y autonómicas.

En lo que todos coinciden es en apuntar un detalle importante: Cospedal podía haber vuelto ahora al Senado y no lo ha hecho. Ella fue senadora hasta 2011, cuando pidió la baja voluntaria. Pero ahora a diferencia de otros barones del PP, no ha regresado. Podría haber entrado con Alberto Fabra, Pedro Sanz, José Ramón Bauzá, Luisa Fernanda Rudi o Rita Barberá. Pero, como indican, algunos de sus compañeros de partido, sigue “otro camino” que no sea el que conduce hacia lo que llaman “el cementerio de elefantes”.

Hay quien no descarta que dé el salto a la empresa privada y se olvide de la política, pero los que la conocen bien defienden que le gusta demasiado como para abandonar. Lo que está claro es que si, al final, llega a la Cámara baja, tendrá que dejar Castilla-La Mancha porque, según el artículo 67 de la Constitución, no puede tener las dos actas. Aunque ella en cuanto tiene ocasión insiste en que es diputada autonómica “a mucha honra”.

En el Partido Popular aseguran que la vieron “muy tocada” tras perder la Junta y les parece que ahora se está “reinventado”. Pero sus colaboradores resaltan que jamás se fue y defienden que siempre estuvo trabajando pero cuando ya nadie estaba pendiente de su agenda. De hecho recuerdan queantes de las vacaciones de verano estuvo en todas las tomas de posesión de dirigentes del PP.

Y es que Rajoy logró lo que quería. Poner nuevas caras, las de los vicesecretarios, al frente pero sin reemplazar a su secretaria general. A pesar de las críticas, la mantuvo. Es su forma de resolver problemas, o deja pasar el tiempo para que se enfríen o desvía la atención hacia otro lado.

Ahora, los que están presentes en el Comité de Dirección dicen que la ven muy centrada en la parte orgánica yencima de las próximas citas electorales. Aunque en la sede nacional del PP dicen que Jorge Moragas le ha comido terreno. Pero para no avivar los líos internos desde la cúpula recuerdan que también es lo lógico porque es el papel que ahora le corresponde al director de campaña.

Otra de las incógnitas que se plantea es qué ocurrirá con la secretaría general. Algunos se preguntan si al entrar en el Congreso ella seguiría al frente. Pero en el partido creen que para el poco tiempo que queda es absurdo ya que ella se vaya o se la reemplace. Son muchos los factores que pueden influir y determinara la balanza pero opinan que lo lógico es que se mantenga hasta el Congreso del PP en 2016. Rajoy la podría sustituir antes pero dudan de que lo haga sino lo ha hecho hasta ahora. Y menos aún cuando tiene otros temas en los que pensar, unas generales por delante y un desenlace incierto en el que puede estar pendiente de formar Gobierno, de cerrar un pacto o de digerir una derrota que arrastraría a todos fuera.