El sudoku de Rajoy para confeccionar unas listas renovadas y sin corrupción
Rajoy tiene que conformar un equipo muy fuerte para que Ciudadanos no le arrebate más votos y también preparado para pactar o pasar a la oposición después del 20D. Pero en el PP creen que si no va Guindos, falta un sello de calidad; si mete a Celia Villalobos, no puede vender regeneración y si lleva a Ana Mato, es difícil hablar de limpieza. Los conservadores sufren serios problemas para conformar sus candidaturas sin soltar lastre
Madrid
En Génova cuentan que “ya ha empezado a removerse” lo de las listas. Las organizaciones territoriales están yendo a la sede nacional para hablar “de lo suyo”. Pero Mariano Rajoy ha dado orden de que no se aborde este asunto hasta que no se disuelvan las Cortes. A su juicio sería de mal gusto hacerlo antes. De todos modos hay que presentarlas a mediados de noviembre y, en la sede nacional, saben que con el presidente se apurarán los plazos hasta el último minuto.
En esta ocasión habrá codazos por ir en ellas. Muchos cargos se han quedado en paro o descolgados tras las elecciones de mayo y encima el PP sabe que va a perder muchos escaños. Algunos huecos se han quedado libres durante esta legislatura y también hay gente que ha anunciado ya que se va, como Vicente Martínez Pujalte, Eugenio Nasarre, Eva Durán, Celinda Sánchez o Mario Mingo... Pero en el PP reconocen que la situación va a ser complicada porque además de los ajustes, también hay que soltar lastre.
Recolocar al Gobierno
Para empezar hay que hacer repaso del Consejo de ministros. Solo a algunos hay que darles cabida. En el PP ven al titular de Exteriores, José Manuel García Margallo encabezando la lista por Alicante. Y están seguros de que los tres únicos cambios de Rajoy en esta legislatura tendrán un puesto fijo. A Rafael Catalá e Íñigo Méndez de Vigo, se les sitúa en la candidatura de Madrid.
La lista está apretada pero también hay que tener en cuenta que en 2011 iban en ella Alberto Ruiz Gallardón, Miguel Arias Cañete y hasta Santiago Cervera. A la responsable de Agricultura, Isabel García Tejerina, la ven yendo por Valladolid. Lo que no saben en el PP es si al final Cristóbal Montoro se retirará porque ha dicho muchas veces que lo iba a hacer pero ahí sigue. Y en el PP dan por hecho que Soraya Sáenz de Santamaría seguirá siendo la número dos por la lista de Madrid con Rajoy. Dicen que la noticia sería que no lo fuera.
Un sello de calidad
Los que no quieren ser diputados son Pedro Morenés y Luis de Guindos. Pero en las filas conservadoras opinan que siempre es “en un punto fichar a independientes”. Piensan que si a las listas se les quiere dar un sello de seriedad y gestión, Rajoy debe convencer al titular de Economía. Consideran que no puede haber mejor cartel que ir acompañado de la persona “responsable de sacar a España de la crisis”. Pero los que rodean a Guindos señalan que él tiene otros planes. A pesar de todo, en el PP están seguros de que si el presidente se lo pide, él no se podrá negar.
Después toca incorporar a los secretarios de Estado, como a Susana Camarero, Jaime García-Legaz, José María Lassalle… Los conservadores cuentan que han comenzado “los movimientos”, a todos los niveles, porque nadie quiere quedarse descolgado. “Sobre todo los sorayos (los más cercanos a la vicepresidenta) que buscan buenos puestos de salida”, comenta un dirigente popular.
Regeneración
En campaña Rajoy se va vender como la garantía de unidad de España, de estabilidad y de experiencia. A sus 60 años es el líder más veterano que se presenta a las elecciones del 20 de diciembre. Para compensar necesita rodearse de un equipo más joven. Para empezar tiene que contar con los vicesecretarios que nombró tras los comicios de mayo. Hay tres sin escaño: Javier Maroto, Andrea Levy y Fernando Martínez Maillo, a los que habrá que buscar plaza.
Pero hay uno para el que no hay problema de encaje. El portavoz del PP, Pablo Casado, es el que más fácil lo tiene. Puede repetir por Ávila, ir por su tierra, Palencia, o por Madrid. “Así lo pueden lucir y vender renovación”, comenta un diputado. Muchos creen que tiene una gran carrera política por delante. De hecho piensan que en la próxima legislatura debería escalar posiciones en el Grupo Popular y ya hay muchos dirigentes populares que, en privado, hablan de apoyarle en caso de que las cosas se tuerzan para Rajoy y se anime a dar un paso al frente.
Desterrar la clave sucesoria
Pero al pensar en una futura sucesión, hay quien se pregunta qué va a ocurrir con Alberto Núñez Feijóo. Piensan que si entra en la Cámara baja se interpretaría inmediatamente como que se está preparando el terreno. “Sería demasiado evidente”, comentan. Además, sus compañeros de partido creen que no puede “huir” de Galicia.
Recuerdan que en mayo, las mareas arrasaron y que si él se hubiera presentado seguramente habría seguido el mismo camino que el resto de barones. Así que piensan que se debe poner a trabajar. Además, muchos resaltan que él se ha comprometido a seguir y que Rajoy, cuando le preguntan por ello, siempre le sitúa en la Xunta donde hay elecciones en octubre de 2016.
Imagen moderada
En el PP también consideran que deben ofrecer una imagen moderada, lejos de estridencias. Con un discurso centrado. Tratando de recuperar a sus votantes, que ya no son abstencionistas sino que prefieren irse con Ciudadanos. Por eso en la cúpula del PP nadie ve a Esperanza Aguirre intentando meter cabeza como antaño, cuando solo lo hacía para impedir que Gallardón no fuera al Parlamento. En el PP la dan por “amortizada”.
Más que en las listas, la dirección nacional piensa en el Congreso de la formación regional del año que viene en el que tendrá que dar paso a otra persona. En Génova aseguran que “ni ella lo ha pedido ni se plantea algo así”. Opinan que lo mejor es que se quede posición a Manuela Carmena en el Ayuntamiento. “No nos vamos a poner a hacer extravagancias”, dice un cargo conservador
A la que en Génova no ven repitiendo es a Cayetana Álvarez de Toledo. La diputada cercana a Aznar ha sido muy crítica con Rajoy durante toda esta legislatura. Los colaboradores del presidente le aconsejan que no cuente con ella. Pero comentan que no saben cuál será su decisión final. “Para estas cosas luego termina siendo demasiado bueno”, dice una persona del equipo del presidente. Tampoco quieren que se haga la lectura de que es una venganza. En la sede nacional ven lógico que Gabriel Elorriaga o Carlos Aragonés, también aznaristas, continúen pero creen que “no es la misma situación”.
Reciclaj
Lo que se prevé ya son problemas en algunos territorios. “Muchos exlíderes autonómicos creen que aún tienen poder para decidir a las personas que ponen pero no es así”, comenta un miembro del Comité Ejecutivo del PP. Mientras otro teme lo que puede ocurrir en algunas formaciones regionales sin control ni liderazgo. Aunque en todas ellas se aboga por afrontar una nueva etapa con otras caras.
En ese sentido, se pueden levantar algunas ampollas. En Génova aseguran que Celia Villalobos irá “seguro” en las listas pero lo que no saben es si, al final, se le buscará otro acomodo para permitir que entre aire fresco en el Congreso. Algunos la sitúan en el Senado pero nadie se atreve a asegurar nada porque la última palabra la tiene Rajoy. Más, en este caso, en el que todo el mundo mira hacia su marido, Pedro Arriola quien influye mucho sobre el jefe del Ejecutivo. También se ve difícil que otro histórico del partido, Javier Arenas, dé un paso atrás porque le gusta demasiado la política.
Limpieza
También hay quien cree que en la Comunidad Valenciana se abrirá una guerra por situarse. Además en Génova están muy pendientes de hacer “unas listas limpias” para no encontrarse con problemas de cara al futuro. Pero de todas formas les cuesta dar carpetazo al pasado. Ya se vio el sábado cuando Rajoy acudió a un acto del PP valenciano y posó en la foto junto a Rita Barberá, quien sin duda representa una época que muchos populares preferirían dejar atrás pero que es imposible si se convierte en senadora y camina junto al presidente.
La situación en Madrid también es difícil. No creen que se puedan alcanzar más de 15 escaños y, por eso, los nombres tienen que ser muy bien elegidos. Dicen que ya nadie recuerda quien conformaba la última. Pero Rajoy iba acompañado por la vicepresidenta y también por Ana Mato, como número tres.
Ahora consideran que la situación es muy delicada porque la ministra dimitió por su implicación en el caso Gürtel y sería raro que el líder del PP la llevara con él. En la noche de las elecciones catalanas, Mato se encontraba en la sede siguiendo los resultados junto a sus compañeros de partido. La mayoría lo defiende porque la tienen mucho cariño. Pero hay quien recuerda que uno no se puede presentar como adalid de la lucha contra la corrupción empezando con ese cartel y menos aún si la intención es jugar una nueva partida.
Dos fijas
Lo que todos en el PP dan por hecho es que Alicia Sánchez Camacho será diputada. Aunque eso también puede traer conflictos internos. Se le está dando vueltas a ver la encajan en las listas catalanas porque son muchos los cargos —como José Luis Ayllón, Jorge Fernández Díaz, Jorge Moragas— que tampoco se puedan quedar fuera. Con su vuelta, los conservadores no garantizan que, tras los resultados cosechados, Xavier García Albiol se ponga al frente del PP catalán.
Y también puede haber lío en Castilla-La Mancha. En las filas populares dan por seguro que María Dolores de Cospedal estará en el Congreso durante la próxima legislatura. En el PP dicen que lo suyos es que vaya por su tierra, o de número uno por Toledo o por Albacete. Opinan que es mejor que lo haga por la segunda. Para no hacer tanta sangre y desplazar a algunos de los hombres fuertes de la formación regional, como Agustín Conde o Arturo García Tizón.
En el Partido Popular reconocen que estas listas van a ser “un auténtico sudoku”. Cuentan que Rajoy les va a dedicar especial atención porque se tiene que conformar un equipo “muy fuerte”. Los populares explican que tiene que serlo para ofrecer “un proyecto potente frente al casting de Albert Rivera” y también porque tiene que estar preparado para pactar o pasar a la oposición después del 20D.