Gales e Italia certifican su pase

Madrid

Gales celebró una clasificación histórica. Después de 57 años sin acudir a una gran cita (solo estuvo en el Mundial de Suecia en 1958), volverá a disputar una fase final de un torneo de importancia. Lo consiguió pese a perder 2-0 ante Bosnia, que aún lucha por la tercera posición del grupo B gracias a la victoria de Chipre en Israel (1-2).

Gareth Bale estará en la Eurocopa y alimentará la ilusión de una selección que estará entre las grandes del continente. Lo hizo perdiendo, entre grandes medidas de seguridad en un choque declarado de alto riesgo que al final dejó contentos a los bosnios. Los goles de Milan Djuric y de Vedad Ibisevic provocarán una última jornada de infarto.

Italia ganó 1-3 sin problemas a Azerbayán con goles de Stephan El Shaarawy, Éder Martins y Matteo Darmián en un partido plácido con el que certificó su presencia en la Eurocopa 2016, que se disputará en Francia.

 Una victoria era suficiente para que el equipo de Antonio Conte se uniese al resto de selecciones ya clasificadas: Austria, República Checa, Inglaterra, Francia, Islandia, Irlanda del Norte, Portugal, España, Gales, Bélgica y Suiza. La última vez que Italia no alcanzó una fase final fue en Suecia 1992 y, por la entidad de su rival, parecía de antemano que tenía todas las opciones de ganar frente a los hombres de Robert Prosinecki.

Sin los lesionados Andrea Pirlo y sin Lorenzo Insigne, damnificados en uno de los entrenamientos de esta semana, y sin el sancionado Daniele De Rossi, Conte no pudo contar con tres jugadores clave en su esquema para afrontar el que podía ser el último partido en el que Italia se iba a jugar algo.

Conte utilizó a Marco Parolo y a Candreva como recambios de Pirlo y De Rossi e Italia no tuvo problemas para dominar todo el partido. Apenas concedió un respiro a Azerbaiyán, que solo con un fallo de Giorgio Chiellini pudo celebrar algo a lo largo de los 90 minutos.

Holanda con problemas

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La selección holandesa sumó sin apuros el triunfo que necesitaba en Astana, el primero con Danny Blind en el banquillo, tras derrotar por 1-2 a Kazajistán, un modesto rival que aguantó la primera media hora y no pudo festejar su gol hasta la última jugada del partido.

 En un encuentro extraño, en el que se lesionaron dos porteros holandeses y en el que Robin van Persie alcanzó el centenar de internacionalidades con los oranje -aunque con unos minutos testimoniales-, los holandeses lograron una victoria gracias a los goles de Wijnaldum y Sneijder y que les permite sobrevivir en busca de la repesca europea.

Obligada a sumar tres puntos más que Turquía en las dos jornadas finales, para no quedar fuera de una Eurocopa por primera vez desde 1984, Holanda dio en Astana una buena muestra del carácter que le ha faltado desde que Blind se hizo cargo del banquillo.