El Consejo de Seguridad Holandés ha publicado este martes el informe de la investigación del Mh17, el vuelo de Malaysian Airlnes cuyos restos fueron encontrados en territorio ucraniano cuando se dirigía hasta Kuala-Lumpur. Ha sido el presidente del Consejo de Seguridad holandés, Tjibbed Joustra, quien ha dado respuesta a la duda principal que muchos familiares se preguntaban: el avión de Malaysian Airlines fue atacado en el lado izquierdo de su fuselaje por un misil 9N314M, de fabricación rusa y que se utiliza para interceptar otros artefactos explosivos o aviones. También en las conclusiones de este informe, en el que han colaborado siete países, se señala la necesidad de revisar los procedimientos para calibrar los riesgos para la aviación civil en zonas de conflicto. “El avión sobrevolaba el espacio aéreo ucraniano a diez kilómetros de altura y nadie percibió riesgos para la aviación civil”, apuntó Joustra, que también añadió la conveniencia de revisar el derecho internacional. El Consejo de Seguridad holandés prefiere abstenerse de señalar a un culpable concreto porque la Fiscalía General del Estado se está encargando de la investigación criminal. Mientras tanto, desde Moscú, el Consorcio Ruso de Defensa Antiaérea ha presentado un informe paralelo, horas antes del holandés, en el que rechazaban tajantemente las conclusiones. Ha dicho su director, Yan Novikov, que pueden afirmar “que si el Boeing fue derribado con un sistema antiaéreo BUK, recibió el impacto de un misil 9M38 lanzado desde la localidad de Zaroschenkoye, controlada por las fuerzas ucranianas”. Según esta organización, los experimentos realizados el 31 de julio y el 7 de octubre “en condiciones idénticas a las del proyecto presentado por la comisión holandesa” permiten rechazar los resultados holandeses.